'Es absurdo un superávit en la Oficina de Marcas'
Lleva ocho años peleando para rebajar las tarifas que aplica su propio organismo, uno de los más exitosos y desconocidos de la Unión Europea.
Wubbo de Boer podría pasar, más que por funcionario, por consejero delegado de una empresa cotizada en el mercado bursátil. 'Excelencia', 'eficiencia', 'responsabilidad' son vocablos frecuentes en su discurso como presidente de la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI). Un organismo que, a pesar de su discreción, ha convertido a Alicante en referencia del mundo de la propiedad intelectual.
La OAMI es uno de los organismos más exitosos de la UE. ¿Por qué mantienen entonces un perfil público tan bajo?
En primer lugar, porque no necesitamos ir a Bruselas a pedir dinero. La Oficina se autofinancia. Después, porque no somos un organismo político, sino técnico y en ese ámbito la Oficina sí que es bien conocida. Y por último, porque no vemos la necesidad de tener un perfil más prominente.
Acaban de presentar los resultados de 2007. ¿Cuál ha sido la evolución en este último ejercicio?
En términos financieros, que no es nuestro principal objetivo, hemos tenido unos ingresos de 200 millones de euros con un gasto de 138 millones. O sea , un beneficio de 62 millones, que es una cifra muy abultada. Ese resultado es similar al del año anterior.
De manera que no sólo se autofinancian, sino que además generan un superávit.
Así es. Al menos, desde finales de la década de 1990. Pero las cifras se han disparado por una combinación de factores como el incremento en el volumen de solicitudes y la creciente eficiencia de la Oficina. De manera que los últimos años, en términos financieros, han sido excepcionalmente buenos.
Pero usted no parece muy contento con esos resultados tan positivos.
La cuestión es que las tarifas no van al presupuesto general de la UE, sino que se acumulan en varios bancos. Y el superávit bloqueado ya alcanza los 300 millones de euro, que no se pueden utilizar. En la Oficina pensamos que es una situación absurda. Y probablemente muchos usuarios comparten esta opinión. O sea que los resultados financieros son buenos, pero debe resolverse esta anomalía.
¿Cómo?
En primer lugar, debemos hacer que el superávit deje de aumentar porque el objetivo de nuestra Oficina no es recaudar tasas. Por eso hay que reducir las tarifas. Y también pienso, y esto es una opinión personal, que una parte substancial del superávit podría devolverse a los usuarios de la Oficina.
¡Devolver las tarifas! ¿Cómo podría conseguirse en términos prácticos?
Quizá suene revolucionario, pero es bastante lógico. Sabemos quién pagó las tarifas, así que se les puede devolver una parte. Hay que tener en cuenta que se fijaron en 1994, antes de que empezara a funcionar la Oficina. O sea, que se calcularon un poco a ojo de buen cubero, porque nadie sabía el volumen de solicitudes, la realidad del procedimiento, etc. Así que, salvo los primeros meses, nunca se registraron pérdidas y, al poco tiempo, la Oficina empezó a ser muy rentable.
¿Por qué no rebajan los precios?
Se rebajaron en 2005 en torno al 25%. Y en mayo del año pasado, el Consejo de Ministros de la UE pidió a la Comisión otra reducción inmediata. La CE la prepara desde entonces, pero lamento decir que todavía no está terminada, así que no sabemos cuándo ocurrirá la llamada 'reducción inmediata'. Además, la CE no decide sola. Tiene que consultar con los 27 países de la UE y algunos temen que sus oficinas nacionales se resientan si la Oficina de Alicante es demasiado competitiva en términos económicos.
Tengo entendido que España es uno de los países que se niega a la rebaja.
Sí, España nunca ha apoyado esa posibilidad.
¿Cuál sería el impacto de la rebaja en la oficina española?
Hay que decir que ninguna de las oficinas nacionales tiene ahora menos actividad que antes de que empezase la Oficina europea. Al contrario. Y es verdad que tenemos un número importante de usuarios españoles, pero la Oficina española también. Pero es innegable que la actitud española hacia la rebaja no ha sido positiva. Y lo lamento mucho.
Si los precios son similares, ¿qué incentivo tendría una empresa española para acudir a la oficina nacional y no a la europea?
La marca comunitaria sigue siendo algo más cara. Y si una empresa sólo tiene actividad, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana y no le interesa proteger su marca en Lituania, su destino natural sería la española. Dicho esto, creemos que cada empresa tiene derecho a elegir.
Los beneficios de la OAMI para Alicante
Wubbo de Boer cree que la presencia de la Oficina de Armonización del Mercado Interior en Alicante tiene un indudable valor añadido para esta ciudad española. 'El hecho de que estemos allí ha llevado a varias firmas de abogados a instalarse en la ciudad', destaca el presidente de la Oficina. 'La Universidad de Alicante además ofrece un máster en derecho de marcas. Y el tribunal nacional de marcas está allí'.