Solaria cubre el vacío dejado por Electrolux en La Rioja
Solaria, el grupo inversor de plantas solares, se convertirá finalmente en el protagonista de la reindustrialización de Fuenmayor, la localidad riojana que se vio afectada por el cierre de Electrolux hace tres años. Solaria invertirá 80 millones en la construcción de una fábrica de placas solares allí, que ocupará a 700 trabajadores, a finales de este mismo año.
Inicialmente, la alternativa a la desaparición de la planta de la multinacional sueca fue la empresa Sun Rioja Valley, formada por la compañía americana EPV e inversores locales, que anunció un proyecto cifrado en 500 millones de euros. Pronto surgieron las dudas sobre aquel macroproyecto, que aún mantiene algún rescoldo. De hecho, todavía no se ha dado definitivamente por cancelado, aunque, desde luego, en otra ubicación. Porque lo de Solaria sí parece fiable y, además cercano.
Solaria ha depositado un aval de 8,5 millones como garantía y Electrolux ha confirmado la venta de los terrenos, dos circunstancias que no llegaron a producirse en el caso de los inversores del proyecto anterior. Además de cercana y concreta en sus propuestas, la promotora actual ofrece todas las garantías. Solaria, creada en 2002 como empresa de la familia Díaz Tejeiro, que mantiene actualmente el 61% de la propiedad, cuenta con 25.000 accionistas. Es la primera empresa de energía solar que cotiza en Bolsa y sus beneficios, 48 millones de euros el año pasado, constituyen un aval efectivo.
La compañía, con sede en Puertollano (Ciudad Real), prevé instalar en La Rioja su propio parque solar, con una capacidad de 20 megavatios, para vender energía a Iberdrola. Por sus dimensiones, la fábrica de Solaria en Fuenmayor se acerca a la central de Puertollano, que prevé cerrar este año con una plantilla superior a los 900 trabajadores.
En la decisión de Solaria de instalarse en Fuenmayor parece haber influido el empresario bodeguero Manuel Azpilicueta, apellido de raigambre vinícola en La Rioja, que forma parte del consejo de administración de Solaria. La planta riojana actuará como una plataforma logística para la exportación de placas solares a la zona norte de España y al mercado europeo.
Un portavoz de Electrolux mostró ayer su satisfacción por este definitivo acuerdo, subrayando que el proyecto de Solaria 'se ajusta al compromiso de reindustrialización adquirido'. La multinacional sueca justificó el cierre de su planta en La Rioja por la imposibilidad de asumir los costes salariales ante la competencia de terceros países.
Aunque iniciará su actividad a finales de año, la fábrica de Solaria en Fuenmayor no estará a pleno rendimiento hasta el primer trimestre de 2010. Será en esa fecha cuando su plantilla alcance los 700 trabajadores y contribuya a incrementar la exportación que actualmente realiza la empresa de Puertollano a Europa, especialmente a los mercados de Francia e Italia.
De todas formas, y al margen de que los proyectos iniciales acaben materializándose o no en otros puntos de la región, la iniciativa de Solaria supone un paso muy importante para aliviar la situación creada por el cierre de la planta de Electrolux. La propia multinacional ha reconocido, a través de un portavoz, que este proyecto 'contribuirá a mantener el anterior tejido industrial'. Una fisonomía que, según reiterada denuncia de los sindicatos, ha estado a punto de desaparecer, tras haber constituido uno de los puntales de La Rioja.
Un proyecto fracasado al año
Tras haber conjurado una crisis anterior, el Gobierno de La Rioja tuvo que aceptar como irremediable el cierre de la fábrica de Electrolux. Pero desde el momento mismo del cierre, el Ejecutivo regional trató de buscar alternativa, aunque sus proyectos acabaron en un rotundo fracaso. En julio de 2006, se presentó el macroproyecto de Rioja Sun Valley, de la norteamericana EPV e inversores locales. Los promotores incumplieron los compromisos de pago con Electrolux y el proyecto se vino abajo. Más tarde, se presentaba un nuevo proyecto, auspiciado por Rioja Energías Alternativas, en el que figuraban antiguos directivos de EPV.