Placeres 'made in USA'
Sirope de arce, salsas Newman's, 'brownies' o mantequilla de cacahuete, productos típicos con un gusto diferente
Para la mayoría de los europeos la imagen de la gastronomía norteamericana está ligada a una cocina rápida de hamburguesas y perritos calientes, al consumo de coca-cola y helados tamaño XXL.
No se puede negar que todo eso existe: el cine se ha encargado de popularizarlo y las multinacionales estadounidenses lo han propagado por todo el mundo. Pero no es lo único. Porque de allí llegan tendencias como el comfort food, que hacen referencia a una forma de comer que enlaza con la memoria de la niñez, comidas reconfortantes, de la familia y la tradición. Y muchos de los productos que los norteamericanos consumen en las casas están unidos a esa forma sencilla de concebir la cocina.
Nieves Linares, que junto a su hermana Loleta regenta en Madrid The American Store (San Francisco de Sales, 3. Tel.: 91 544 27 03 www.theamericanstore.es), un establecimiento especializado en productos made in USA -con cerca de 2.000 referencias- conoce muy bien cómo comen los americanos (vivieron allí durante cinco años), y no está de acuerdo con la mala prensa que tiene la gastronomía de aquel país. 'Las pizzas, las hamburguesas, se quedan para la rapidez que exige la comida, pero la cena es todo un ritual familiar en la que no falta la ensalada, el plato principal y el postre', aclara. Los americanos han ido cogiendo los mejores productos de cada país, adaptándolos, pero con mucha calidad. Por eso tienen magníficas pastas italianas, los mejores noodles o una excelente repostería'.
El ahorro de tiempo es una constante de la gastronomía norteamericana
Precisamente todo lo relacionado con el dulce apasiona a los yanquis. Las tortitas que riegan convenientemente con sirope de arce, los muffins (esas magdalenas de chocolate, arándanos, canela, etc., tan tradicionales), los contundentes brownies, los cheese cake (tarta de queso), el appel pie (pastel de manzana), las mil y una galletas, se elaboran en todas las casas con unos preparados especiales, fáciles y prácticos, con los que nunca se falla, porque vienen perfectamente explicados para conseguir la receta. Ese pragmatismo, la sencillez y el ahorro de tiempo, es una constante en muchos de sus productos: mezclas para hacer bebidas como el tropical punch, salsas para aliñar ensaladas, barbacoas o espaguetis (son muy conocidas las que comercializa Paul Newman), mezclas para dips (salsas como la de cebolla y nata agria para tomar con verduras crudas), latas de sopas de almejas, de ponche de huevo (típico en Navidad), se encuentran en todos los supermercados.
Esos, y los sabores característicos de las gelatinas, mermeladas o chicles de uva, de la mantequilla de cacahuete (en crema o con trocitos) que untan en los sándwiches o los bagel (el pan típico neoyorquino), los copos de avena para sopas y postres, o los krispies para empanados salados. Les gustan las mezclas de sabores, combinaciones raras para el paladar europeo, como la coca-cola de cerezas o vainilla, que sólo se comercializa allí. Y no perdonan los marshmallows, una especie de esponjitas dulces que se toman solas o calentadas en la sartén, formando parte de una especie de sándwich de galleta relleno de chocolate.
Para sibaritas
Un malta para combinar. Los single malt son whiskies muy especiales que a diferencia de los blended sólo se elaboran con cebada y agua. Genuinamente escoceses, los que se producen en las Highlands son los más valorados por su complejidad y elegancia. La mayoría son caros y se toman solos. Pero el Glen Grant rompe moldes en su categoría: algo más pálido, de aroma suave, floral, afrutado, y con un sabor fresco, a frutos secos. Adecuado para combinarlo en trago largo con refrescos de cola, ginger ale o tónica. Con las cualidades de un puro malta con cinco años de envejecimiento en roble pero con unas notas herbáceas y de fruta fresca muy peculiares (13 euros).Tarjetas descuento para restaurantes. Es una iniciativa que acaban de poner en marcha un grupo de empresarios suizos y españoles. Riboa (www.riobaway.com) es una tarjeta personal para empresas o particulares que ofrece descuentos en los restaurantes incorporados al proyecto. Estos se aplicarán una sola vez en todos los restaurantes seleccionados, con rebajas del 50%, 40%, 30% y 20% (dependiendo del número de comensales), y no incluyen las bebidas ni el IVA. Entre los restaurantes figuran El Chaflán, Paradís, Faro Norte, Olsen o Nicolás, entre otros, todos ellos en la Comunidad de Madrid. El coste de la tarjeta es de 90 euros anuales.Reivindicación de las vacas. ¿Por qué denominamos buey a lo que en realidad es vaca? Desterrar falsos mitos, llamar a las cosas por su nombre y adentrarnos en el conocimiento y aprovechamiento culinario del animal más consumido del mundo, es el objetivo de Vacas, su dignificación sexual y gastronómica, una original y entretenida obra del cocinero italiano Flavio Morganti. A lo largo de sus páginas justifica históricamente la discriminación sexual y el desigual tratamiento que recibe la vaca en la gastronomía, reivindica el producto, aboga por las razas y ofrece un recetario internacional con 69 platos. Instructivo y sorprendente. Editado por Everest. Precio: 39,95 euros.