El plan estratégico de Repsol
Elevar reservas de crudo y rebajar la exposición en América Latina son algunas de sus metas. Los analistas se muestran escépticos sobre su capacidad para lograrlas
Después de la salida parcial en YPF, con la venta del 15% al consorcio empresarial argentino liderado por Enrique Eskenazi, los inversores estaban pendientes de los objetivos estratégicos del grupo hasta 2012 para evaluar el futuro de Repsol. Un plan que puede marcar a una compañía que, al igual que otras petroleras, ha acumulado en los últimos años importantes problemas con sus socios internacionales, ya sea en Argelia, Argentina, Bolivia o Venezuela. Y que además no siempre se ha beneficiado en resultados o en Bolsa de la sustanciosa alza de los precios del crudo.
Se conocían las cifras de inversión -32.800 millones de euros hasta 2012-, pero no algunos de los propósitos de una estrategia que es calificada por los expertos más de sensata que de ambiciosa.
Y aunque las metas son complejas, algunas parecen más relevantes. Por un lado, la compañía pretende reducir riesgo en países que, en principio, parecen más nacionalistas o conflictivos. Esto la lleva no sólo a ahondar en el recorte de su peso en Argentina, con la próxima OPV que afectará al 25% de YPF, sino además a centrar sus nuevos proyectos en países del área OCDE. Por otro lado, pretende reemplazar sus reservas de hidrocarburos -una de sus asignaturas pendientes-, pero sin operaciones a la vista que permitan prever un vuelco a su situación actual.
La petrolera no prevé grandes operaciones de compra para ampliar la producción de crudo
'El plan ha gustado porque es realista y se basa en proyectos ya conocidos, pero que precisan de tiempo de maduración. De esta forma, la visibilidad de su cumplimiento es elevada, más que la del anterior', señala Rafael Rico, analista de Fortis.
Desde Inverseguros se indica que el fondo de la estrategia planteada por la dirección de Repsol es positiva, aunque hacen matizaciones. 'De cumplirse el plan, serviría, sin duda, para mejorar el perfil de riesgo y la actividad de exploración y producción. Pero creemos que, a corto y medio plazo, su capacidad para modificar la actual situación de forma significativa -declive de la producción, precios en Argentina...- es muy limitada', concluyen.
Los analistas de Citi destacan que hay 'carencias sustanciales en la presentación'. Añaden que son escépticos respecto a que sea posible cumplir con los objetivos de beneficios incluidos en el plan: multiplicar por 2,8 los beneficios netos entre 2008 y 2012.
Y los expertos de UBS, que no prevén un aumento de la producción de hidrocarburos en los próximos años, se fijan más en la orientación positiva que se da al refino -el núcleo histórico del grupo- que se va a potenciar con los proyectos de Cartagena y Bilbao. Los analistas de Santander se refieren, asimismo, al excesivo optimismo y una cierta falta de ambición en la metas.
En Moody's se mantiene las perspectivas negativas tanto para Repsol como para YPF. Pero manifiestan que mejorarán el rating si ven signos de éxito en el plan, especialmente en expansión y diversificación internacional.
En el proyecto hay otro aspecto, que puede parecer meramente estético, pero que se decanta como una de las claves que la actual dirección plantea para el futuro de Repsol. En los llamados negocios core -centrales o medulares- del grupo ya no aparece YPF. Ni siquiera en temas que la que filial tanto ha aportado, como son la producción de hidrocarburos y la contabilización de reservas. No es que desaparezca, pero se queda en la categoría de participadas, al igual que Gas Natural, aunque formen parte directa de su gestión.
El anuncio de los objetivos ha sido recibido por el mercado con muy pocas alegrías, aunque su comportamiento ha estado casi en línea con el Ibex y el de sus competidoras europeas: Total, Shell, BP o Eni. Repsol cerró el miércoles -día previo a la presentación a 22,91 euros- y el viernes a 22,8 euros. De momento, si tienen que elegir, los analistas prefieren otras petroleras para invertir. David J. Thomas cita a Eni y Statoil y los analistas de Inverseguros nombran también a la italiana y a Total.
Qué pasó en 2007
Los resultados del pasado ejercicio han estado en línea de las previsiones de los analistas. El beneficio aumenta un 2% hasta 3.188 millones, pero el Ebitda baja un 5,3% hasta 8.573 millones.
Menos ingresos por producción y exploración. Pese a la subida del precio del crudo, el resultado del área cayó un 9,7%, arrastrado también por el dólar. La producción bajó hasta 1,039 millones de barriles día, un 7,9% menos.
Dólar. La depreciación respecto al euro le ha costado 443 millones de euros en los beneficios antes de impuestos.
Buenas cifras en refino. Si esa actividad ha sido un 'cuello de botella' en la actividad y suministro de petróleo, Repsol ha sabido rentabilizar sus refinerías. El resultado del área mejoró un 27,1%. Buen comportamiento de las márgenes en la comercialización de productos petrolíferos.
Claves del futuro
AccionistasAunque no se fijan objetivos de pay-out (parte del beneficio que se destina a remunerar a los accionistas), sí se plantea una mejora de la retribución. Pero a Brufau, según sus palabras, le gustaría que el dividendo creciese durante el plan a un ritmo de dos dígitos. No obstante, dependerá de los resultados del grupo. Con cargo a los resultados de 2007, se pagará un dividendo de un euro por acción -un 40% más que en 2006-. En el plan no se prevén recompras de acciones.
Diez proyectosSin descartar otras vías de crecimiento, Repsol ha identificado a diez proyectos básicos para cumplir sus metas. A ellos se dedicará 14.100 millones de euros -el 43% de la inversión global-. Entre ellos están la ampliación de las refinerías de Cartagena y Bilbao; así como el desarrollo de yacimientos en Libia, Argelia, Brasil y en el Golfo de México.
DiversificarPerder peso en América Latina subyace en los objetivos de la petrolera, y no sólo con la salida parcial de YPF. Siguen siendo importantes Argentina, Brasil, Perú e, incluso, Bolivia y Venezuela, pero una de las prioridades es crecer más en países de la OCDE.