Amis traza el horror del gulag soviético
El escritor Martin Amis (Oxford, 1949) presentó ayer en Barcelona su nueva novela, titulada La casa de los encuentros (Anagrama), en su versión catalana, que se centra en un triángulo amoroso entre una joven judía y dos hermanos que están presos en un gulag soviético.
'Tengo la sensación de que muy poca gente entendió o entiende lo que era un gulag', aseguró hoy Amis, 'un sistema de esclavitud' para 'mantener a la sociedad aterrorizada' y, además, ganar dinero. 'Un asesor judío de Stalin calculó que los gulag podían ser económicamente viables e incluso dar beneficios si los prisioneros vivían durante un promedio de tres meses', apuntó el escritor británico.
Los protagonistas de La casa de los encuentros son dos hermanos, el mayor de los cuales es un héroe de guerra y el menor, un pacifista, que confluyen en un triángulo amoroso con Zoya, una joven judía cuya nacionalidad 'no es casual', reveló Amis. 'Se decía que de no haber muerto Stalin a principios de 1953, se hubiese dado un segundo holocausto' porque entonces 'la propaganda gubernamental contra los judíos era tremenda'.
Amis aseguró que tanto el holocausto nazi como los gulag soviéticos fueron 'tragedias de dimensiones bíblicas' aunque son 'muy diferentes', porque sobre el holocausto hay un corpus de documentación mientras que de los gulag no, porque 'la historia es como si no los viese como crímenes a un nivel similar' al del holocausto. Los gulag provocaron un total de 20 millones de víctimas, a las que se añaden entre tres y cuatro millones durante las olas de terror.