La Torre GM de Nueva York se convierte en el edificio más caro de EE UU
Pese al mal momento inmobiliario está a punto de cerrarse en Nueva York la venta más cara en la historia de EE UU de un edificio de oficinas. La torre GM se venderá por más de 3.000 millones de dólares (unos 2.041 millones de euros), una cantidad que la convierte en la propiedad de oficinas más cara de EE UU, pero que puede no ser suficiente para su dueño. El edificio de 50 plantas está en la Quinta Avenida y hasta tres empresarios del sector inmobiliario están dispuestos pasar a una segunda ronda de ofertas cuyo mínimo está en estos 3.000 millones.
La imponente Torre General Motors debe su nombre a la empresa que la levantó en 1968, pero pese a su nombre, es actualmente, propiedad de Harry Macklowe. El inmobiliario no ha tenido más remedio que poner a la venta este cotizado edificio para hacer frente a una deuda de 6.400 millones de dólares, que vence en estos días, y en la que incurrió el año pasado para comprar siete propiedades en el Midtown de Manhattan a Equity Office Properties, inmobiliaria adquirida hace un año por Blakstone.
Con aquella compra, Macklowe duplicó el tamaño de su cartera pero lo hizo como se hacía todo antes de la crisis del crédito actual, con un elevado apalancamiento. æpermil;l aportó 50 millones y se endeudó por 7.000 más. Al hedge fund Fortress le debe unos 1.200 millones a corto plazo y puso como aval este edificio. Larry Silverstein, un veterano más conocido por tener los derechos de reconstrucción y explotación del World Trade Center de Manhattan es uno de los que aspiran a la propiedad. El segundo de los tres posibles compradores es Joseph Cayre, otro conocido inmobiliario del país que ha preparado su oferta junto con una firma inversora de Oriente Medio.
El precio de la torre no es indicativo de la recuperación inmobiliaria sino de cómo se cotizan en Nueva York los iconos inmobiliarios. Quienes han sido los dueños de esta torre, entre ellos Donald Trump, lamentan haberla vendido pese a que las rentas que pagan sus inquilinos son antiguas y el edificio no es rentable. Macklowe pagó 1.400 millones de dólares por él en junio de 2003.