Zapatero ampliará el diálogo social
¿Gobierno de coalición con empresarios y sindicatos después del 9 de marzo? La fórmula que José Luis Rodríguez Zapatero propuso ayer a ambos en La Moncloa para articular la política económica y social se le parece mucho, aunque no en sus aspectos formales. El presidente se comprometió con ellos a ampliar el ámbito del diálogo social y a involucrar a más ministerios en el mismo, al tiempo que les emplazó a ser copartícipes de la explicación pública de las decisiones gubernamentales.
Zapatero abordó con representantes de CEOE, Cepyme, UGT y Comisiones Obreras los retos de la economía española dentro de un escenario de desaceleración que, en palabras del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, 'no será dramático ni traerá una destrucción global de empleo'. Si el PSOE gana las elecciones de marzo, como anticipa la mayoría de las encuestas, el nuevo Gobierno convocará de inmediato a empresarios y sindicatos para fijar la hoja de ruta de un diálogo social que, según el documento analizado ayer en La Moncloa, abarca ámbitos desconocidos en esta legislatura. Se trata de disponer de un paraguas lo suficientemente extenso como para que el Ejecutivo que surja de las elecciones pueda transitar por la crisis con la misma paz social, al menos, de estos últimos años.
El filtro de sindicatos y empresarios funcionará después del 9-M en la reforma del mercado laboral, política de inmigración incluida, en el cambio de legislación previsto para el sistema público de pensiones, en la aplicación de la ley de Dependencia, en el asentamiento del nuevo patrón de crecimiento económico y en las adaptaciones necesarias en la industria para preservar el medio ambiente. Es decir, para las grandes decisiones de la política económica y social en un entorno próximo que se antoja a todas luces complejo.
A propuesta de empresarios y sindicatos, el presidente del Gobierno se comprometió ayer con ellos a implicar en esta interlocución a los ministerios de Industria, Medio Ambiente, Fomento, Vivienda, Educación y Ciencia, Sanidad y Consumo, con independencia de que sean los de Economía y Trabajo los que marquen las pautas del diálogo. Ello permitirá escuchar la voz de los agentes sociales en todas las decisiones vinculadas a la inversión pública, la política energética y medio ambiental, la educación, la investigación y la protección social. Para que el diálogo no degenere en una jaula de grillos, Zapatero se comprometió a reforzar la coordinación entre todos estos departamentos dentro de las diferentes mesas en las que se articulará esta interlocución.
Industria, Medio Ambiente, Fomento, Vivienda, Educación y Sanidad se sumarán al diálogo social
Caldera promete que preservar la unidad de mercado será un objetivo prioritario después del 9-M
A cambio, empresarios y sindicatos se comprometerían a ser copartícipes de la explicación y presentación pública de las políticas vinculadas al diálogo social, en particular de las que tengan mayor impacto sobre los ciudadanos. En el documento conocido ayer, el Gobierno anticipa también que, de ganar el PSOE las elecciones, velará por la unidad de mercado, una de las principales inquietudes de los empresarios, y reducirá las cargas administrativas para la creación de empresas.
En la explicación por parte de Jesús Caldera de los asuntos abordados en La Moncloa, el ministro dejó claro que después de las elecciones no habrá espacio alguno para los recortes sociales y sí, en cambio, para las extensión de los derechos sociales en el caso de que la crisis económica castigue más de lo esperado a determinados colectivos.
Tan alta implicación de sindicatos y empresarios en la política económica del Gobierno llevó a algunos informadores, incluso, a preguntar al ministro si Zapatero se había comprometido con sus interlocutores a crear una vicepresidencia de asuntos sociales en un próximo Gabinete. Caldera respondió que la luna de miel no llegará a tanto, porque ésta es una decisión que compete sólo al presidente.
150.000 empleos más en el sector de la enseñanza
La creación de 300.000 plazas escolares de cero a tres años tendrá como consecuencia el nacimiento de 150.000 nuevos empleos y una contribución de 0,17 décimas al crecimiento. Estos datos, anticipados ayer por el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, figuran en la memoria económica adosada al programa del PSOE que mañana jueves presentará el vicepresidente Pedro Solbes.Dentro de la oferta vinculada a la reforma de la Seguridad Social, el documento entregado ayer a los representantes sindicales y empresariales anticipa que uno de los objetivos del futuro Gobierno será alcanzar una mayor correspondencia entre las aportaciones y las prestaciones sociales, acentuando la contributividad. El PSOE mantiene su promesa de situar las pensiones mínimas de jubilación con cónyuge a cargo en 850 euros mensuales y la pensión de viudedad en 700. Como el sistema de pensiones deberá afrontar el reto del envejecimiento de la población, los socialistas se comprometen a elaborar el llamado plan nacional de envejecimiento activo para mejorar la protección social de esta capa de población.En el ámbito de la ley de Dependencia, el documento distribuido ayer en La Moncloa hace hincapié en la necesaria coordinación institucional, lo que equivale a pedir la colaboración de las comunidades autónomas para su aplicación efectiva. En el mismo ámbito de la concertación social, el Gobierno advierte de la urgencia en mejorar la cohesión del sistema nacional de salud, objetivo que acarreará la elaboración de una nueva ley de salud pública cuyos extremos serán sometidos también a la agenda del diálogo social.