Contactos, formación y suerte para entrar en escena
La preparación técnica del actor se valora, pero el mito del cazatalentos sigue vivo.
Que un abogado vaya a ver a un director de casting para que le descubra, porque todo el mundo le dice que tiene mucha gracia y quiere probar suerte en el mundo de la interpretación es un hecho real. El mito del cazatalentos aún existe y los programas de televisión se llenan de personas que con algún talento especial esperan triunfar en el mundo de la televisión y, quién sabe, a lo mejor en la gran pantalla.
Pero ser actor es otra cosa. Una carrera de fondo con muchos años de formación. Aunque la suerte y los contactos son también importantes en una de las profesiones más vocacionales que existen, hay mucho más. 'La formación se valora muchísimo. Cualquiera de casting o cualquier director te dirá que la formación es imprescindible. Es cierto que hay gente que nace con talento, pero a la larga también necesitas una técnica para manejarlo', señala Luis Gimeno, director de casting.
Inestabilidad
Uno de los principales problemas que encuentran los actores es lo difícil que resulta trabajar. La inestabilidad, tanto económica como emocional, es, sin duda, compañera de viaje de aquellos que han elegido esta hermosa aunque sufrida profesión. ¿Cómo hacerle frente?
'Los actores más felices que conozco son los que tienen otras alternativas, que toda su vida no es este trabajo, porque a todos los artistas les ocurre lo mismo: cuando están bien tocan el cielo y cuando no tienen trabajo se sienten fatal y completamente disminuidos. El equilibrio psicológico de los actores va en función de su trabajo, y eso es terrorífico', comenta Luis Gimeno.
Los propios representantes se convierten en más de una ocasión en psicólogos y amigos. 'Es muy duro. Hay que decirles muchas veces que tengan paciencia, porque más de una vez te llaman diciendo que quieren dejarlo y tenemos que animarles', apunta el representante Alberto Bongiorno.
Muchos actores, mucha formación, buenas escuelas y pocas producciones. Parece ser uno de los problemas. No obstante, la industria ha evolucionado mucho y los expertos aseguran que el desarrollo tan enorme que ha sufrido la televisión en España ha sido fundamental. 'La televisión es una escuela impagable', afirma Gimeno.
Desde las escuelas aseguran que aunque la formación teatral es la más importante hay que actualizarse y preparar a los actores también para las cámaras. 'Damos una formación de largo recorrido y nunca se puede obviar la dramaturgia universal, pero es verdad que el actor tiene que estudiar también interpretación ante la cámara', comenta Ángel Martínez, vicedirector de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (Resad).
A la hora de hacerse un hueco, Martínez destaca que cada actor debe estudiar su perfil competencial dentro del medio para poder tener más posibilidades en el mercado.
Poco trabajo, sin duda, pero el gasto en formación y material es enorme. Los expertos recomiendan seleccionar con mucho cuidado, tanto las escuelas como los sitios en los que elaborar el material. 'Hay muchos sitios en los que engañan al actor', dice Gimeno.
Si en algo coinciden directores de casting, profesores representantes y actores es que la formación del actor no se acaba nunca. Lo que sirve a una edad, puede que ya no valga años después. Reciclarse es imprescindible, y la paciencia y el tesón, las claves del éxito.
'Si esta profesión te atrapa, estás perdida'
Cristina Segarra es actriz y lleva 12 años en la profesión. Ha estudiado en Barcelona, México y Madrid. Tiene 30 años, no ha dejado de formarse y ha trabajado en cine, teatro y televisión, pero aún no le ha llegado su gran oportunidad.'Es muy difícil trabajar únicamente de esto. Yo lo dejé durante casi dos años, pero cada vez que iba al teatro y veía un buen trabajo, me iba a casa sin poder parar de llorar. Si esta profesión te atrapa estás perdida, y yo he decidido volver a intentarlo', comenta.Para esta actriz, tener buenos contactos es uno de los factores más importantes. Asegura que la suerte existe, aunque para unos pocos, y que 'cuando por contactos o por suerte ya consigues meter la cabeza y empiezas a trabajar, toda la formación que tengas te sirve únicamente a ti', añade.
'La industria no quiere caras nuevas'
'Llevo en la profesión desde los 23 y tengo 33. Llegó un momento en el que decidí que había mucho charlatán en este mundo y empecé a seleccionar maestros para las distintas disciplinas en las que me quería formar', comenta el actor Manu Díaz. Para este actor, la principal razón de la falta de trabajo es que hay mucha competencia. 'La competencia es positiva y aporta riqueza a la profesión, pero no hay producciones suficientes y muchas veces no buscan caras nuevas', señala.La mayoría de los actores han tenido ganas de dejarlo alguna vez, porque puede que las cosas no salgan y hay que pagar el alquiler. 'La inestabilidad económica es aún peor que la emocional. Cuando estoy bajo de moral me apunto a un curso, es la manera de seguir en contacto con la profesión', añade Manu Díaz.