Darling encadenado a la roca
Se han pasado cinco meses a la búsqueda de un comprador para Northern Rock en el sector privado y, al final, la elección correcta la anunció Alistair Darling.
La nacionalización nunca fue una opción atractiva, pero era la menos mala de las disponibles. Que la nacionalización sea una buena cosa para el contribuyente dependerá de lo que tengan que pagar a los accionistas. Esta cantidad debe ser nominal. El valor teórico de Northern Rock puede ser todavía sustancial, pero la acción sólo tiene valor por los préstamos del Gobierno y la especulación de una solución en el sector privado (...). Una vez nacionalizado, el banco puede mirar al futuro. Northern Rock tiene un futuro. Puede que brillante (...). Las diferencias entre esta nacionalización y otras nacionalizaciones frustradas del pasado están claras. Su encanto bajo titularidad pública es sólo temporal. Su incidencia se verá a largo plazo. Nadie dice que Northern Rock vaya a funcionar mejor bajo el Gobierno, pero no había otra solución (...).
El que sugiera que el Gobierno ha vuelto al socialismo de los años 70 merece ser ridiculizado. Ha hecho una elección inteligente, duramente pensada y no ideológica. Aunque queda preguntarse porque costó cinco meses tomar esta decisión.
Financial Times, Reino Unido.