El programa del Círculo
El Círculo de Empresarios presentó ayer un documento con las reformas que, a su entender, debería acometer el Gobierno que salga de las urnas el 9 de marzo. Se trata de medidas a medio y largo plazo con el objetivo de mejorar la competitividad. No son nuevas, ya que se trata de reformas largamente postergadas, como matiza el Círculo. Pero aprovecha para recordarlas y reclamar debates serios e, incluso, Pactos de Estado para aquellas materias de calado. Muy lejos, pues, de las subastas electorales y de las promesas coyunturales. La batería de propuestas es prolija, pero merecen resaltarse algunas sobre las que se debería abrir un proceso de reflexión.
El control del gasto y la rebaja del peso de lo público siempre ha sido una pretensión del Círculo y, por extensión, de una buena parte del empresariado español. Durante la presentación del informe, ayer, advirtió del riesgo de que el superávit fiscal se volatilice en 2008. Su argumento es que no se ha producido una contención del gasto, sino un aumento de los ingresos tributarios gracias a un ciclo basado en la construcción y en el fuerte tirón del consumo. Dos factores que ahora no dan tantas muestras de fortaleza.
En este sentido los empresarios reiteran la necesidad de reformas fiscales para reducir la carga impositiva de empresas y particulares. Piden equilibrar los incentivos del alquiler de la vivienda con los de la compra, reducir las cuotas del impuesto de sociedades e incentivar el ahorro y la inversión. Aunque la reducción de impuestos tiene un efecto económico dinamizador, y es innegable lo beneficioso para la competitividad de un recorte en Sociedades, habrá que hilar fino en esta materia cuando, como el propio Círculo reconoce, puede correr peligro el superávit. En este sentido, son sensatas las peticiones sobre una clarificación de la financiación pública, especialmente de la local, con una mayor dosis de corresponsabilidad fiscal.
Cabe también resaltar la petición de un debate sobre el modelo energético para los próximos años que garantice el suministro, sin apriorismos contra la energía nuclear. Es ya hora de abordarlo con seriedad.