Iberia se une a Gestair para presentar hoy una oferta sobre Spanair
Marsans se retira y Air Nostrum no irá a la puja. Iberia, entre tanto, estrecha su alianza con Gestair para presentar hoy mismo a SAS una oferta conjunta por el 100% de Spanair. El consejo de Iberia ha autorizado la realización de una propuesta que no planteará una fusión para evitar problemas en el escalafón de los pilotos.
Finalmente el compañero de viaje de Iberia en su apuesta por comprar a su competidora Spanair será Gestair, la aerolínea propiedad de Jesús Macarrón que nació como empresa dedicada a los vuelos de negocio y ha terminado por convertirse en uno de los operadores aéreos españoles más polifacéticos.
El consejo de la empresa que preside Fernando Conte ha acordado autorizar la presentación de esta propuesta por el 100% de las acciones de su competidor hoy mismo, día en que el grupo SAS, (propietario de la compañía en venta) ha fijado el tope para cerrar la puja.
Al anuncio realizado el pasado miércoles por el grupo turístico español Marsans advirtiendo que desistía de presentar una oferta por Spanair se unió ayer un comunicado de Air Nostrum en el que también comunica su decisión de 'no presentar oferta'.
De esta manera, el camino de Iberia para hacerse con su principal competidora ha quedado expedito. Fuentes cercanas a la compañía que preside Fernando Conte han mandado un mensaje a su plantilla con la advertencia de que 'no se puede dar por ganada la adjudicación de Spanair hasta que el camino esté franco de obstáculos, los competidores se encuentren doblegados y hayamos comprobado que realmente nos interesa la operación una vez que conozcamos a fondo la situación real de la compañía'.
Aunque SAS aún no ha dado a conocer oficialmente los nombres de los titulares del resto de las ofertas por Spanair, todo indica que el tándem Iberia-Gestair tendrá que competir con una propuesta realizada por un conglomerado catalán integrado por Promobarna, por los dueños de la aerolínea Gadair y por una caja de ahorros española. Este consorcio cuenta además con el apoyo financiero de un banco árabe.
La portuguesa TAP ha desmentido su interés en concurrir al proceso. Consta, sin embargo, el entusiasmo por embarcarse en un proyecto ibérico de su presidente Fernando Pinto, aunque parece complicado que al cierre del plazo para la presentación de ofertas en el día de hoy pueda saltar alguna sorpresa desde Lisboa.
Los campos de colaboración entre Iberia y Gestair han ido multiplicándose en los últimos años. Comenzaron con la asunción por el grupo que preside Jesús Macarrón de los trabajos de transporte de carga aérea con avión completo de Iberia. Más tarde, la alianza se estrechó con un importante contrato para operaciones de alquiler de aviones con tripulación, primero en la ruta del Puente Aéreo y ahora en vuelos hacia Latinoamérica. En un paso más, y antes del anuncio hecho ayer, ambas empresas acordaron crear un centro de mantenimiento de aviones de negocio en Madrid.
Competencia
Uno de los mayores escollos que debe superar Iberia ante la previsible compra de Spanair es la posición de dominio que podría alcanzar en el mercado doméstico español. Los servicios jurídicos de la compañía han analizado distintas maneras de abordar este problema. Han decidido esgrimir como argumento que la entrada en liza del tren de alta velocidad AVE y la proliferación de las compañías de bajos costes multiplican la oferta y esfuman el fantasma de la concentración. La viabilidad de la absorción de Spanair por Iberia desde el punto de vista de la competencia tiene un vértice de fricción en Cataluña ya que, de llevarse a término, dejaría la nueva Terminal Sur de El Prat en manos exclusivas de Iberia.
Los pilotos ponen en cuarentena una fusión
La sección del Sepla en Iberia, que agrupa al colectivo de 1.700 pilotos de la compañía aérea, sigue con atención el proceso de puja de la aerolínea sobre su competidora Spanair. El nuevo clima de entendimiento entre los representantes de este grupo laboral y la dirección de Iberia ha dado un margen relativamente amplio al presidente Fernando Conte para avanzar en este proyecto sin sentirse presionado por las indudables implicaciones que una operación de este tipo tienen sobre este colectivo. El Sepla no pone reparos porque ha recibido garantías de Conte en el sentido que la suma de Spanair al grupo Iberia se hará mediante fórmulas de participación accionarial, seguramente minoritarias o paritarias, compartiendo el capital con otros socios.La sección sindical sólo rechazará una fórmula que implique una fusión de Spanair con Iberia, ya que ello obliga a que los escalafones de ambas aerolíneas se integren en uno solo. Ello plantearía el problema de que los comandantes de la actual empresa de SAS tendrían que situarse por debajo de los copilotos de Iberia.El idilio entre la compañía y sus tripulantes se mantiene. Sin embargo, en la mesa de discusión del convenio colectivo han surgido ya algunas fricciones que tienen que ver con las exigencias de productividad de la empresa y las peticiones de mejora de las condiciones de trabajo de los pilotos.
Mal resultado
Spanair vivió en 2007 uno de sus peores ejercicio al perder 31 millones de euros. Lo sorprendente es que la evolución de su número de pasajeros fue muy positiva al transportar 9,9 millones, lo que supuso un incremento del 13% en relación al ejercicio precedente.