Las ventas pendientes de viviendas estadounidenses cayeron más de lo esperado, apuntando a un mayor endurecimiento de las condiciones del atribulado mercado inmobiliario, según el informe.
Los economistas esperaban que las ventas pendientes de viviendas bajara un 1,0%. Además, las ventas pendientes de viviendas son un 24,2% inferiores que las de diciembre del año previo.