_
_
_
_
A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La crisis política en Italia y los planes de futuro de Abertis

El abandono definitivo por parte de Abertis del proyecto de fusión con la gestora italiana de infraestructuras Atlantia podría no ser tan tajante como se presentó el pasado 29 de enero ante el mundo financiero. Y es que la crisis política que vive Italia devuelve posibilidades a la operación.

La compañía española tenía un plazo, con fecha de caducidad en el reciente 31 de enero, para decidir sobre su presencia en Schemaventotto. Esta sociedad, liderada por los Benetton, es propietaria del 50,01% de Atlantia y ha mantenido estabilidad en su capital en virtud de un compromiso de permanencia firmado por los accionistas. Desmarcándose del pacto, la empresa que preside Isidro Fainé ha escenificado una profunda decepción con el Gobierno italiano ante el denunciado bloqueo a la fusión.

Y es que el Ejecutivo encabezado por Romano Prodi no ha sido precisamente un elemento neutro en el proceso acordado por ambas empresas.

Abertis se ha visto en un callejón sin salida y ha dado un puñetazo en la mesa después de ofrecer incontables oportunidades (garantías de inversión o la aceptación de una revisión tarifaria en pleno proceso de fusión) a la operación. Pero la actualidad política en Italia, con la renuncia de Prodi y la petición de elecciones a cargo de Berlusconi -se baraja el plazo que va de abril a junio para los comicios-, aconseja una nueva dosis de paciencia.

La postura oficial de la cúpula de Abertis dictó a finales de enero que la participación en Atlantia, del 6,67%, ha dejado de ser industrial para convertirse en financiera. Es decir, se ha convertido en una especie de hucha que será utilizada en función de las necesidades de inversión en otros proyectos.

Ayer la empresa mantenía la misma versión que el día que su consejo ejecutivo aprobó la salida de Schemaventotto y los allegados a Salvador Alemany niegan cualquier nueva estrategia. Sin embargo, fuentes cercanas al proceso de integración entre Abertis y Atlantia aseguran que los puentes entre ambas siguen tendidos y que la empresa española va a optar por ser conservadora con su participación a la espera de un nuevo escenario político en Italia que pudiera facilitar la creación de un líder mundial de las infraestructuras.

En primer lugar, Salvador Alemany, consejero delegado de Abertis, sigue con un puesto en el consejo de la italiana y no hay previsión de que lo abandone pese a que el nuevo perfil de Abertis es sólo 'financiero'. En segundo término, Abertis ha querido que en Bruselas se siga hablando de su plan de integración, pidiendo a la Comisión Europea que evalúe el veto del Gobierno italiano. El tercer punto que favorece el entendimiento con Atlantia es la sintonía entre sus cúpulas directivas. Cuarto, Bruselas allanó el camino con su visto bueno a la integración. Y quinto, y punto clave, un nuevo Gobierno en Italia podría recrear un ambiente que facilitara la entrada de una empresa extranjera en su mayor gestora de autopistas.

Con los cinco puntos sobre la mesa, a los que hay que sumar el respaldo del Gobierno español (el presidente del Gobierno ha hablado de este asunto con su homólogo Romano Prodi), Abertis aprecia, según las mismas fuentes, que conviene guardar su paquete de Atlantia y esperar cualquier señal que indique un cambio de rumbo en Italia.

El obstáculo desaparece

La pretendida fusión entre iguales que pretendían Abertis y Atlantia era de libro, evidentemente amistosa tras ser negociada desde 2004, y contaba con la bendición de Competencia. Si el elemento discordante era el Gobierno de Romano Prodi y este se ha derrumbado, ¿por qué 'abandonar definitivamente' el proyecto?

Abertis, con una sola opa en su historial (la que lanzó de forma amistosa sobre la británica TBI), es todo un ejemplo en el arte de la diplomacia empresarial. Y la verdad es que, pese a los mensajes emitidos al mercado, Italia no ha acabado con la paciencia de la empresa catalana. Otra cosa es que, en pleno proceso de transición política, no interese adoptar un perfil agresivo que obligue a las distintas opciones políticas a defender en campaña la italianidad de sus autopistas.

Proyecto Mediterráneo

Desde 2001 Abertis ha perseguido encabezar un grupo insuperable en el mercado de las infraestructuras. Un coloso en el que sumarían sus fuerzas la portuguesa Brisa, la italiana Atlantia y la propia firma catalana. El plan fue bautizado como Proyecto Mediterráneo.

Tras el duro combate en Italia, los pasos en Portugal se dan con sigilo. Sobre todo ante la reacción de Brisa tras el avance español del pasado mes de octubre hasta rozar el 15%. A raíz de ese movimiento la prensa lusa ha disparado en dos direcciones: presenta una batalla enconada entre empresas y, por contra, hay quien habla de la existencia de terreno abonado para la fusión.

En el primer caso, Vasco de Mello, primer accionista y presidente de Brisa, trataría de vetar a Abertis en su consejo de administración durante la celebración de la próxima Junta, fijada para el 31 de marzo. Algo sobre lo que Brisa no se ha manifestado pese a haber roto en octubre el acuerdo estratégico que mantenía con su socia española. Fue una forma de enseñar las uñas ante un posible abordaje sin preaviso.

El segundo supuesto, plasmado la semana pasada en Diario Económico, habla de un intento de fusión en el medio plazo e incluso no descarta una opa española sobre Brisa después de que Atlantia se haya caído del primer plano estratégico.

Desde Barcelona se habla de las relaciones con Lisboa en clave diplomática: 'Abertis no plantea jamás operaciones corporativas hostiles. Allí donde participamos lo hacemos como un socio industrial con interés en la gestión', explican. Tras tomar recientes posiciones en telecomunicaciones, logística, aparcamientos y aeropuertos, Abertis no tiene presión para cerrar una operación corporativa en el área de autopistas. Pero eso sí, aunque los objetivos italiano y portugués están lejos, no han caído en el olvido.

Mercados

6.7% es la participación de Abertis en el capital de Atlantia. La empresa española es la segunda accionista tras la familia Benetton.

868 millones es lo que valen las acciones que controla Abertis en Atlantia a precio del cierre de ayer en la Bolsa italiana.

-1,87% ha perdido Abertis desde que anunció la salida de Schemaventotto el pasado 29 de enero. El valor cotiza en 19,58 euros.

4.37% es lo que ha evolucionado el papel de Atlantia, hasta los 22,68 euros.

Archivado En

_
_