'Los reembolsos no responden a necesidades reales del inversor'
LODH (Lombard Odier Darier Hentsch) es de procedencia suiza y es uno de los bancos privados más antiguos de Europa, fundado en 1796. La banca privada de la entidad desembarcó en España hace bastantes años mediante la apertura de una oficina en Barcelona. En 2007 decidió expandir su actividad en el país con la contratación de profesionales en Madrid para desarrollar su negocio de gestión de activos.
¿Qué diferencia a LODH de otras gestoras de fondos internacionales?
Su naturaleza de banco privado suizo con una tradición de más de 200 años y siete generaciones consecutivas marca claramente el carácter de la gestora. Esta liderada por nueve profesionales ilimitadamente responsables ante sus clientes, por lo que tiene un enfoque conservador. Su cliente es institucional y disfruta de una gama de 60 fondos, pero que no pretende cubrir todos los tipos y nichos de activos.
¿Puede ampliar esto?
Las exigencias de los clientes de banca privada hace que LODH tenga en funcionamiento un sistema de arquitectura abierta. Entendemos que no podemos ser los mejores en todos los tipos de activos por lo que tenemos equipos de selección de fondos externos para nuestros clientes desde hace tiempo. No solo esto, sino que hemos establecido alianzas con gestores de gran prestigio para distribuir sus fondos de manera exclusiva.
¿Han hecho uso de esa experiencia y conocimiento en la selección de gestores?
Así es. LODH da servicios a otras entidades de banca privada en la selección de gestores de fondos. En realidad, se establecen relaciones de socios con otras entidades donde se proporcionan los sistemas y conocimientos propios.
¿Cuál es su visión en el sector de fondos?
Ha cambiado mucho en los últimos seis o siete años. Al principio mi experiencia fue la de un mercado muy cerrado que se ha ido abriendo gradualmente, aunque todavía le queda mucho camino por recorrer.
¿Qué piensa de las fuertes salidas de los inversores de fondos?
Los elevados reembolsos se deben a temas coyunturales de guerras de pasivos entre bancos y cajas. No esta obedeciendo a las necesidades reales del inversor; incluso ahora hay productos interesantes que se pueden ofrecer.