Los dos grandes partidos compiten en sus ofertas por agilizar la creación de sociedades
España es uno de los países desarrollados donde más tiempo y más trámites administrativos se requieren en crear una empresa. Conscientes de ello, el PSOE y el PP compiten en sus programas electorales por reducir las gestiones necesarias para ello. Los socialistas se comprometen a que en 24 horas pueda inscribirse una nueva sociedad, tiempo que se extiende a las 48 horas en el caso del PP.
Este último partido presentó ayer su programa para modernizar las administraciones públicas. En el mismo se compromete a elaborar el denominado Expediente Electrónico æscaron;nico para que todas las empresas puedan consultar por internet su situación en tiempo real. El PP se compromete también a simplificar al máximo los procedimientos administrativos y a ampliar los casos de silencio positivo.
El líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, ha incluido en su oferta el compromiso de promover sendas leyes de Calidad de los Servicios Públicos y de Igualdad de Derechos de los Españoles, así como el de reforzar el servicio exterior para apoyar a los ciudadanos y a las empresas españolas repartidas por el mundo.
El PSOE también ha incorporado a su programa la promesa de reducir las cargas administrativas para las empresas en un 30% antes de 2012, en coordinación con el resto de las administraciones y como continuación de compromiso adquirido en el Consejo Europeo de primavera de 2007.
José Luis Rodríguez Zapatero se ha emplazado a requerir un análisis de impacto normativo para la nueva legislación, que incluya entre sus apartados una estricta valoración de las cargas administrativas y de otro tipo que se imponen a las empresas. Los socialistas proponen unificar los trámites administrativos exigidos para la creación de sociedades, incluidos los de comunidades y ayuntamientos, a través de una única plataforma telemática para todo el Estado.
La competencia entre el PSOE y el PP se extiende en sus programas electorales a las ayudas que ambas formaciones ofrecen a las pequeñas y medianas empresas. Los socialistas se comprometen a simplificar las líneas financieras del Estado, focalizando las ayudas en aquellos sectores con más dificultades de acceso al crédito.