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CincoSentidos

Los mejores taxis del mundo están en Londres

El estilo británico es el preferido por los viajeros de negocios

Lee Rogers, un taxista londinense, sabe cómo tomar una ruta alternativa por calles secundarias para llegar a la estación de King's Cross en el corazón de la ciudad. 'En realidad no es tan difícil desentrañar las calles'', asegura Rogers, de 38 años, a quien llevó cuatro años y medio conseguir el permiso para poder conducir uno de los clásicos taxis negros de Londres. 'Es ahí donde el conocimiento entra en juego, cuando uno sabe qué calles secundarias tomar''.

Ese famoso conocimiento, o familiaridad requerida con las calles de la ciudad, contribuye a que el servicio de taxi de Londres sea mejor que el de otros centros financieros importantes, según muchos viajeros de negocios. No obstante, la superioridad tiene su precio, porque las tarifas en Londres son alrededor del doble de las de Nueva York y Tokio. Así, los servicios de taxi permiten a los ejecutivos llegar a sus citas de negocios; a los que van al teatro, llegar a su casa por la noche y a la gente que sale de compras transportar sus adquisiciones.

También son un icono clave en la imagen que los visitantes se forman de la ciudad, asegura Graham Hodges, ex taxista y autor de libro Taxi! A Social History of the New York City Cabdriver' (Taxi! Historia social del taxista neoyorquino). 'Los viajes en taxi de y hacia aeropuertos, oficinas y por toda la ciudad dejan una impresión duradera'', señala Hodges, ahora profesor de Historia en la Universidad Colgate en Hamilton, estado de Nueva York.

Los taxistas de Londres, que cobran unas 9 libras (12 euros) por un viaje de tres kilómetros, conducen vehículos que cuestan 47.000 euros. 'Son amables, sus vehículos son buenos y saben cómo llegar a todos lados'', afirma Howard Wheeldown, analista de BGC Partners. 'El problema es que son verdaderamente demasiado caros''. En un análisis hecho por Bloomberg, los taxis de Londres, que ahora sólo fabrica la empresa del Reino Unido Manganese Bronze Holdings Plc en Shanghai, China, y Coventry, Inglaterra, quedaron en primer lugar por el espacio que hay en el asiento trasero para poner las piernas, la capacidad para pasajeros, el conocimiento de los conductores, la seguridad y la eficiencia en el uso del combustible.

Nueva York, que como Londres tiene una flota 'libre de humo'', quedó por encima de las otras dos ciudades por tener las tarifas más baratas y ofrecer el mayor número de viajes por semana. Tokio, por su parte, tiene el mayor número de taxis por cada 1.000 residentes, y el mayor número de pagos con tarjeta de crédito.

Entre la cortesía japonesa y la profesionalidad inglesa

En Tokio los taxistas usan guantes blancos y cubren a los pasajeros con un paraguas al entrar y salir de sus vehículos cuando llueve. Muchos utilizan cubiertas blancas en los asientos y las cabeceras. 'Los taxistas más educados están en Tokio'', señala Ed Rogers, director de Rogers Investment Advisors de Tokio, que lleva diez años viviendo en Japón. En Londres, en donde la mayoría de los taxistas son locales, los conductores estudian un promedio de 40 meses para obtener los conocimientos requeridos para conseguir una licencia. 'En Londres, es una profesión'', dijo Oddy. 'En muchos otros países, se lo ve como algo que uno hace mientras busca un mejor empleo''.

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