Colonial pierde un 6,45% a pesar del interés de GE
El consejo de administración de Colonial acordó ayer abrir sus cuentas a la división inmobiliaria de General Electric para estudiar una posible oferta sobre la compañía.
El interés reconocido por la división inmobiliaria de General Electric sobre Colonial no fue suficiente ayer para evitar que la compañía perdiera en Bolsa un 6,45% de su valor cerrando a 1,45 euros por acción. La caída se produjo en un contexto negativo generalizado para las compañías del Ibex 35, que perdió ayer un 4,56% ante la posibilidad de que el Banco Central Europeo no siga la senda de bajadas de tipos adoptada en Estados Unidos por la Fed.
La pérdida del valor de Colonial se produjo a pesar de que el consejo de administración de la inmobiliaria se reunió ayer para aprobar la apertura de sus libros a la multinacional.
La compañía presidida por Mariano Miguel envió un comunicado al cierre del mercado a la CNMV en el que manifestaba el acuerdo tomado de autorizar 'el suministro a GE Real Estate Iberia de información sobre Colonial y su grupo'. La entrega de la documentación se hará 'previa suscripción de un acuerdo que garantice la debida confidencialidad de la información suministrada, y con la única finalidad de que la referida información se emplee con el exclusivo fin de formular, en su caso, una oferta sobre la totalidad del capital social y derechos de voto de Colonial'.
La compañía española entrega información para 'el exclusivo fin de formular' una opa
El martes, día que Colonial avanzó en Bolsa un 1,97%, la inmobiliaria española informó a la CNMV haber recibido una carta en la que la filial inmobiliaria de General Electric en España mostraba su interés en aras a valorar la posibilidad de realizar una oferta sobre la totalidad de capital social. La inmobiliaria española indicó en el mismo comunicado que la 'aproximación realizada por GE no ha sido solicitada ni negociada con Colonial'.
La manifestación por parte de GE de su interés sobre Colonial, como el reconocimiento de Gecina, la inmobiliaria francesa presidida por Joaquín Rivero, de haber mantenido conversaciones con Colonial para estudiar una posible operación, mantuvo a la inmobiliaria española a salvo, relativamente, del derrumbe bursátil del lunes. Ese día el Ibex vivió su peor sesión de la historia con una caída del 7,54%, pero Colonial subió un 1,33%.
Los consejeros reunidos ayer de Colonial accedieron a sus cargos hace menos de un mes, después de que dimitiera en bloque el consejo de administración de la inmobiliaria tras el hundimiento de la compañía en Bolsa en los últimos días del pasado año.
El primero en dimitir fue su presidente, Luis Portillo, que se mantiene como primer accionista de la compañía, con casi el 40% del capital. Días después, Portillo, Nozar (segundo accionista con el 12,3%, según los registros de la CNMV) y Domingo Díaz de Mera (que representa a un grupo con casi el 6%), informaron sobre acciones pignoradas en Colonial.
Gecina, por debajo del precio al que compró Rivero
La inmobiliaria Gecina, presidida por Joaquín Rivero, subió ayer en Bolsa un 0,74% cerrando a 81,91 euros por acción. En lo que va de mes de enero la compañía francesa ha pasado de cotizar por encima de los 109 euros por acción a hacerlo por debajo de los 82 euros por título. Joaquín Rivero lanzó una opa sobre Gecina en 2005 cuando presidía Metrovacesa, en una operación valorada en 5.500 millones de euros. El empresario español lanzó en primer lugar una opa sobre el 30% de Gecina a un precio de 89,75 euros por acción.La inmobiliaria francesa ha admitido la existencia de conversaciones con Colonial para estudiar una posible fusión. Pero según informó ayer Europa Press, Gecina no competirá con General Electric por hacerse con Colonial, con lo que el interés manifestado por abordar una eventual operación corporativa con la empresa se ha reducido en los últimos días, aunque aún no está descartado totalmente, puntualiza la agencia aludiendo a 'fuentes próximas a la inmobiliaria gala'. Según dichas fuentes, Gecina contaba con un plan y un proyecto para solventar la 'enfermedad' que, en opinión de la empresa de Rivero, padece Colonial, y estaban presentando el plan a los bancos acreedores de la compañía.