Faes rompe el contrato de la Bilastina con Inspire
La falta de aprobación en Estados Unidos es un lastre
Faes Farma busca nuevos socios en Estados Unidos para dar el impulso final a su fármaco estrella, la Bilastina, en fase de desarrollo y en la que se han invertido hasta ahora más de 30 millones de euros desde que se inició su investigación hace unos 12 años. La farmacéutica española anunció ayer la resolución del acuerdo con Inspire, la firma norteamericana que tenía la licencia del nuevo medicamento en EE UU y Canadá.
Las lecturas sobre la ruptura del acuerdo sellado en 2006 entre Faes Farma e Inspire para el desarrollo de la Bilastina son diferentes. El medicamento, un antihistamínico para la rinitis, ha encontrado más trabas de las previstas en la FDA, el organismo que autoriza la comercialización de fármacos en Estados Unidos. El producto lleva varios años en fase de desarrollo y la FDA le ha requerido en los últimos meses nuevos informes para dar luz verde al producto.
La compañía española, que recibió de Inspire 4,7 millones de euros en 2006, no da una justificación sobre la ruptura en el comunicado de ayer. Sin embargo, asegura que la colaboración ha supuesto un 'significativo avance' en la preparación del dossier de registro y les ha permitido 'entender mejor las necesidades de la FDA'. Añade también que el apoyo de Inspire ha servido para poner 'en marcha los estudios complementarios que puedan ser necesarios para su aprobación en Estados Unidos'.
La compañía estadounidense iba a pagar 65 millones de euros por la licencia
Informes clínicos
Inspire, afirma en su comunicación al Nasdaq, que la colaboración, vía financiación, finalizó cuando la FDA solicitó más informes clínicos, sobre la Bilastina. El acuerdo se resolvió el pasado 1 de diciembre, aunque ambas compañías lo dieron a conocer ayer.
En el pacto, se fijó que si Inspire rescindía el contrato, Faes Farma se quedaría con los pagos realizados y recuperaría los derechos del fármaco en Estados Unidos y Canadá. Además se beneficiaría de los trabajados realizados por la farmacéutica norteamericana.
La ruptura, en cualquier caso tiene de momento y hasta que encuentre nuevos socios, un importante coste económico para Faes Farma. La compañía presidida por Eduardo Fernández de Valderrama deberá ahora financiar con sus recursos las fases de investigación y desarrollo para que la Bilastina reciba la aprobación de la FDA.
Faes Farma también dejará de ingresar una importante cantidad de dinero. En el acuerdo firmado en octubre de 2006, Inspire se comprometió a pagar unos 65 millones de euros mediante un abono inicial de 4,7 millones ya cobrados. El resto, que ya no recibirá, se irían realizando en función del desarrollo del producto. Igualmente, el pacto estipulaba que Faes Farma cobraría anualmente entre el 14% y el 16% sobre las ventas del medicamento en Estados Unidos y Canadá.
Nuevos acuerdos
Faes Farma confía en sellar nuevos convenios para Estados Unidos y Canadá 'con distintos laboratorios que habían mostrando su interés por el producto en los últimos tiempos', asegura a la CNMV. La firma farmacéutica española tiene sellados acuerdos con la italiana Menarini para 51 países, varios de ellos en Europa, y para Corea con Yuhan.
La Bolsa penaliza a la farmacéutica
Los accionistas tradicionales de Faes, acostumbrados a que la compañía les homenajeara casi cada año con suculentos dividendos y ampliaciones de capital gratis con cargo a reservas, comprueban cada día que pasa que los títulos tienen menor valor. Los sobresaltos, hasta ahora, no se conocían en la compañía farmacéutica, salvo cuando los hermanos Serrano Goyria intentaron, a principios de los noventa, hacerse con el control de una sociedad con una buena cartera de inversión, activos jugosos y que se desenvolvía en un entorno legislativo más favorable en materia sanitaria.Ahora el panorama no está tan despejado. El empuje de los genéricos y un marco regulatorio más restrictivo en España, y las incertidumbres sobre el desarrollo de la Bilastina, le han obligado a dar una vuelta a la compañía. Faes Farma cerró ayer a 7,26 euros. Hace un año su precio se elevó hasta los 18,22 euros por acción.