Economía con estilo clásico y deportividad
Hasta hace muy poco, un cupé o un descapotable con motor diésel era como poco una rareza, y para algunos incluso un sacrilegio. En Europa fueron pioneros en este campo modelos como el Audi Cabrio TDI, el Peugeot 406 HDI Coupé o el Mercedes CLK CDI, si bien la marca alemana ya vendió un cupé diésel en EE UU, a principios de los años 80. Actualmente casi todas las marcas disponen de este tipo de versiones, y en España se venden bastante más que las motorizaciones gasolina. Desde el Alfa Brera 2.4 JTDm de 200 CV hasta el Volvo C70 (cupé-cabrio) 2.4 D5 de 185 CV, la oferta es amplísima. Por prestaciones los modelos germanos destacan, con el BMW 335d biturbo y sus 286 CV como líder destacado. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y ronda los 250 km/h de velocidad máxima. Ofrece prestaciones de deportivo de alto nivel, y el empuje de su motor es impresionante. Otra opción es el 330d, que también va como un avión.
La alternativa de Mercedes en el segmento de los cupés es el CLK 320 CDI de 224 CV, o bien el 220 CDI, cuyas prestaciones son más satisfactorias. El último en llegar al mercado y el más impactante desde el punto de vista del diseño, ha sido el Audi A5, que de momento sólo se comercializa con dos motores de alto rendimiento: el 2.7 TDI de 190 CV y el 3.0 TDI de 240 CV, que lleva tracción Quattro de serie. Tanto el BMW como el Mercedes se pueden comprar también con carrocería descapotable, configuración que de momento no ofrece el Audi.