Isla Tortuga, el paraíso al alcance de la mano
El golfo de Nicoya, en el litoral sur de Costa Rica, es tal vez el escenario natural más granado y hermoso del país. Parece un mar interior, calmo, ajeno a las tormentas, con sol casi garantizado cada día. Está, además, plagado de islas pintorescas. Algunas de ellas son reservas naturales, cuyo acceso es restringido (como ocurre con la isla de los Pájaros, Negritos o Guayabo). Pero otras son la pura estampa del paraíso al alcance de la mano.
Tal vez la más solicitada sea Isla Tortuga. No es muy grande, ni está habitada. A sus playas luminosas, de arena fina como talco y aguas turquesas, llegan cada mañana multitud de embarcaciones con excursionistas que van a pasar el día. Cerca de la playa, bajo una bóveda tupida de cocoteros y lianas, hay dispuestos tabancos y toldos donde los patrones y cocineros preparan la comida a sus clientes, mientras éstos se dedican a nadar, bucear, tomar el sol, pescar en bote o explorar otras islas desiertas. Como la de San Lucas, enfrente, apenas un peñón rocoso que fue hasta hace poco presidio (una especie de Alcatraz remoto) y sobre el cual se escribió una novela que va a ser llevada al cine.
En tierra firme, frente a Tortuga, está el parque natural Curú, uno de los más interesantes para observar aves y sobre todo monos araña y monos capuchino. Al sur del parque, también en tierra firme, Playa Tambor es un área turística con playas de ensueño; gracias a su pequeño aeropuerto, son muchos los turistas que pueden acceder a uno de los resorts más lujosos y exclusivos en todo aquel litoral pacífico.
Agenda
Cómo ir
Iberia: Es la única compañía que vuela a diario y sin escalas entre Madrid y San José de Costa Rica, en un confortable Airbus A340 con capacidad de hasta 350 pasajeros. Ida y vuelta para clase turista, a partir de 801 euros (www.iberia.com).
Dormir
Barceló Tambor Beach: En Playa Tambor, este resort (tel. +506 638 0303) ocupa una gran finca con parque propio, piscinas, casino, excursiones a las islas y otras actividades.
