Un espacio para la diversión en los mares verdes de Ceará
Desde hace pocos años, este estado brasileño es un destino en pleno auge. En un marco deslumbrante de playas, dunas y cocoteros, se pueden saborear langostas exquisitas a buen precio.
Fortaleza, su capital, es sin duda una de las ciudades más divertidas de Brasil, que ya es decir. La noche y el día parecen confundir sus fronteras en las terrazas y locales que bordean las playas. Pero son éstas las que atraen sobre todo al visitante. Como playa de Iracema, la más tradicional, llena de bares y casas de comidas, donde pescados y mariscos recién capturados compiten con langostas descomunales.
En la playa de Meirelles se puede adquirir buena artesanía, al caer la tarde, mientras que la playa do Farol es la favorita de los surfistas. En la playa de Mucuripe se puede alquilar una jangada para dar un paseo al atardecer y, para muchos, la playa do Futuro es la mejor, la más animada. Pero vale la pena hacer una excursión desde la ciudad hasta Jericoacoara, elegida recientemente por el Washington Post como una de las diez playas más bellas del mundo. Las carnaúbas cubren los arenales y los cocoteros avanzan por la playa hasta inclinarse sobre la espuma. Las jangadas, con sus velas blancas henchidas por el viento, parecen libélulas disputándose el horizonte.
Una estampa idílica, sólo sacudida por el ajetreo de los buggies que se lanzan alegremente por las dunas, o se pierden por el litoral que se percibe infinito. Lo mejor es siempre aquello que aguarda en la orilla: deliciosos cócteles de todos los colores posibles y sabores de lo más exóticos, pescados y langostas asados a la brasa, mariscos vivos y carnes tratadas con la terca sabiduría de los gauchos del sur.
Agenda
Cómo ir
TAP: Esta compañía portuguesa (901 116712) tiene vuelos desde Madrid y Barcelona hasta Fortaleza (aeropuerto Pinto Martins) vía Lisboa, a partir de 650 euros.
Dormir
Holiday Inn: Es uno de los más lujosos y confortables, muy céntrico, en dos rascacielos de cristal con todas las habitaciones mirando al océano.
