El Dakar golpea al mundo del motor
La suspensión del rally por la amenaza terrorista afecta a las empresas de coches que pierden un escenario de promoción.
Las playas de Dakar se van a quedar este año sin escuchar el estruendo de los vehículos participantes en el rally más famoso del mundo, que este año iba a completar una ruta de 6.000 kilómetros entre Lisboa y la capital senegalesa. Por primera vez desde su comienzo en 1979 la carrera no se va a celebrar. Los responsables de Amaury Sport, empresa organizadora, anunciaron su cancelación en la mañana del viernes por la amenaza terrorista, cuando todo estaba preparado para dar el banderazo de salida.
La decisión fue bien recibida por la mayoría de los participantes, que coincidieron en que la seguridad es lo primero. Pero, el mundo del deporte pierde un referente. 'Son muchos cientos de millones de euros de pérdidas para todos', dicen fuentes del sector automovilístico. Desde la Federación Española de Automovilismo se recuerda que 'el Dakar es un símbolo del mundo del motor, y la industria pierde uno de sus principales escaparates de promoción de los vehículos'. Otros expertos señalan que, por su impacto mediático (es seguido de alguna forma por el 83% de los franceses y el 89% de los españoles según algunas estimaciones), no es comparable con un rally del mundial o con un gran premio de Fórmula Uno.
De igual forma, un portavoz de Mitsubishi, uno de los clásicos de la competición, explica que es muy difícil calcular la inversión realizada puesto que en ella se integran desde el desarrollo de los vehículos que se hace durante todo el año de manera exclusiva para el rally como los costes de participación en las distintas carreras de preparación que se hacen en países como Marruecos o Dubai. Otras fuentes del sector sitúan en dos millones de euros el gasto que supone colocar un coche en el desierto para competir en el rally. Sin duda, la cancelación es una mala noticia para la industria del automóvil ya castigada por la caída de las ventas y las malas previsiones para 2008.
El otro gran colectivo de afectados es el de los patrocinadores, entre los que figuran Total, Repsol YPF (que va a mantener su caravana de ayuda para los países donde iba a pasar la carrera), Henkel, Columbia Sportswear, Euromaster, Renault Trucks o la empresa portuguesa de loterías Euromilhoes que, de hecho, había llegado a introducir su marca en el nombre de la propia carrera. 'Es un gran perjuicio puesto que la inversión publicitaria puede perderse', dicen fuentes del equipo de Repsol YPF.
Otra perdedora es Amaury Sport. La empresa, afectada por la crisis del Tour de Francia (otro de los eventos que organiza), se ha comprometido a devolver los costes de las inscripciones a partir del 28 de febrero. Y no son bajas. Un integrante de la carrera que viaje en avión paga 16.000 euros, un mecánico que se desplace en coche abona 9.000 euros, mientras que a un periodista le cuesta 8.000 euros. ASO podría dejar muchos millones de euros aunque, fuentes del sector no descartan que haya contratado un seguro para cubrir esta eventualidad dados los incidentes de los últimos años. Ayer, sus responsables aseguraron que la suspensión de la edición de 2008 no pone en duda el futuro del Dakar aunque, en el pelotón, pilotos y marcas empiezan a pensar que es el inicio del fin.
La cifra. 570 equipos estaban dispuestos para tomar la salida del rally en Lisboa. De ellos, 69 equipos eran españoles
Otros afectados por la cancelación
Los lugares por donde iba a transcurrir la carrera también se verán penalizados por la suspensión. Las autoridades de Mauritania aseguraron que no había motivos para la paralización puesto que la seguridad estaba garantizada, y advirtieron que el hecho de que no pase la carrera provocará unas graves pérdidas para el país. En Portugal también ha habido lamentaciones. Las autoridades de Portimao et de Benavente, puerto de la zona del Algarve de donde iba a partir la caravana hacia África, recordando que han gastado 1,5 millones de euros en la mejora de las instalaciones. Ahora, según sus responsables, la organización sólo reembolsará 30.000 euros.