Los neumáticos reviven en las autopistas
La recicladora Signus rebaja las tarifas de recogida de ruedas usadas
Da hasta cargo de conciencia ver un neumático tirado en un vertedero, sobre todo para los que sabemos el producto tan complejo y caro que es y los materiales tan valiosos que guarda dentro'. Jesús María Núñez, director general de Signus Ecovalor, el sistema integrado de gestión de neumáticos fuera de uso (NFU) que opera en España, reclama una segunda vida para los neumáticos usados o, en otras palabras, que las empresas valoren este producto como materia prima secundaria, idónea para determinados usos. 'Serlo, lo es. El problema es que se perciba como tal y se tenga en cuenta su valor', remarca. El objetivo del trabajo de Signus, que representa al 95% del mercado de reposición en España, es 'demostrar que un residuo con valor negativo puede llegar a tener usos positivo'.
Dado que por ley está prohibido tirar neumáticos al vertedero, Signus trabaja para recoger las ruedas usadas 'en el punto en el que se produce el residuo', procesarlas y vender este subproducto en aplicaciones útiles. 'Lo más caro es la recogida tan capilar que hacemos. El transporte consume el 45% del coste del reciclado del NFU', asegura Núñez. Signus recogió unas 18.000 toneladas al mes de ruedas en 2007 en cerca de 25.000 talleres acreditados por la entidad en España, el 99% del total. 'Realizamos unas 10.000 operaciones de recogida al mes.', detalla.
El proveedor paga al cliente
Las ruedas para reciclar se trituran o granulan, según el uso que se les vaya a dar y se venden a las empresas para que las utilicen. 'Es el mundo al revés. Nosotros pagamos a nuestros clientes para que utilicen nuestros materiales, porque provienen de un residuo', destaca Núñez.
A partir de aquí, el neumático en pedacitos se convierte en parte de la vida diaria, incluso más que cuando pertenecía al automóvil. 'La meta de un sistema integrado de gestión es lograr una potente red de recogida y, por otro lado, potenciar la creación de suficientes mercados de valorización del producto, que compensen los costes de su retirada', afirma Núñez.
Del caucho de las ruedas se fabrican los nuevos pavimentos mullidos de los parques infantiles y en algunos geriátricos, 'para reducir problemas de caídas', y se rellenan los campos de fútbol de césped artificial con una especie de mantillo de caucho para 'que sea más blando'. Los NFU tienen un gran mercado en este sector. 'Las previsiones marcan que se construirán 400 campos de fútbol de este tipo en 2008. Para cada uno, se precisan 15.000 neumáticos, unas 120 toneladas', detalla el directivo. Sólo en el primer semestre de 2007, Signus gestionó más de 106.000 toneladas. España desecha una media de 300.000 toneladas al año de NFU.
Sin embargo, el producto estrella es un tipo de granulado de caucho muy fino, el más caro de producir. Este polvillo se mezcla con un betún de petróleo para recubrir carreteras y autopistas. 'Mejora la mezcla de cobertura aportando resistencia a la deformidad, durabilidad, elasticidad y reducción del ruido en varios decibelios', asegura el directivo.
Procesado de otro modo, las ruedas viejas sirven para rellenar taludes de carreteras, como un árido para construcción o para relleno de capas de sellado drenantes en vertederos. 'En España, estas aplicaciones están menos desarrolladas que en otros países. Aún así, el año pasado ya utilizamos 11.000 toneladas de neumáticos triturados en obra civil e infraestructuras', detalla Núñez.
Además, un 15% de los NFU sirve como combustible alternativo en cementeras. Para el director de Signus, esta valorización energética del residuo 'no es prioritaria pero tiene su sentido'. La entidad ya tiene acuerdos firmados con empresas del sector para cubrir este porcentaje 'para los próximos cinco años'.
Lo único que no sube
Sin embargo, el balance del año es positivo para Signus. La entidad revierte los costes de la recogida, procesado y venta de los NFU a los consumidores en el momento de comprar unas ruedas nuevas. Para este año, la entidad ha conseguido rebajar la tarifa para este artículo un 10,6% y no introducir el IPC en el coste. 'Debe ser casi lo único que no sube este año', bromea Núñez, que explica que han 'optimizado los procesos logísticos y vamos convenciendo a clientes de que este material tiene un valor, lo que nos permite lograr ingresos. Como somos entidad sin ánimo de lucro, el beneficio lo repartimos entre los consumidores, cobrando menos por neumático nuevo'. En 2007, el presupuesto de Signus fue de 56 millones de euros.
Una norma para reconocer todos los productos
Signus trabaja a nivel europeo para la creación y redacción de una norma y un estándar de calidad que permita normalizar los productos fabricados a partir de neumáticos usados. 'La comercialización de estos productos sin estándares claros de calidad es muy complicada. Si el cliente no conoce el artículo que le estás ofreciendo ni sus propiedades, no puede valorarlo de modo conveniente', explica Núñez. El director de Signus remarca que, de este modo, 'tenemos más capacidad de crear mercados nuevos de valorización para estos materiales'.La entidad trabaja en este sentido en dos frentes. En España, busca la creación de esta normativa desde el seno de Aenor (Asociación Española de Normalización y Certificación). Además, y auspiciado por esta misma entidad, colabora en una mesa de trabajo en el Centro de Normalización Europea (CEN), junto con otros países del entorno, para la redacción y aplicación en la Unión Europea de una serie de requisitos mínimos de calidad.