La Junta de Castilla y León pide negociar el alza de tributos en Salamanca
Aumenta la polémica sobre la subida de impuestos en Salamanca, incluso en el seno de las formaciones políticas. El portavoz del Gobierno regional de Castilla y León, el popular José Antonio de Santiago-Juárez, afirmó ayer que 'no es bueno cerrar espacios de diálogo' y sugirió al alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote, también del PP, que se siente con los vecinos para buscar 'puntos de encuentro' y 'dar una solución a sus necesidades y sensibilidades'.
Pocas horas antes, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Salamanca aprobó un fuerte alza de impuestos en un Pleno municipal en el que fueron desalojados decenas de vecinos que protestaban por la medida. El desalojo de ayer fue el culmen de semanas de actos de protesta y manifestaciones en la capital salmantina por el alza de tributos.
Entre otros, la subida de impuestos aprobada ayer supone un incremento del 16,67 % del IBI, de un 34,8% de la tasa de basuras y de un 13,74% de la de por depuración de aguas. Quizá fruto de la presión, la subida de hasta un 42% prevista para el bonobús no fue finalmente aprobada. La repercusión que esta subida de impuestos locales ha llegado a la sede central del PP en la calle Génova de Madrid, donde la secretaria ejecutiva de Política Autonómica y Local, Soraya Sáenz de Santamaría, salió ayer en defensa del alcalde de Salamanca.
Sáenz de Santamaría recordó que para el PP es 'esencial' bajar los impuestos y controlar los precios, pero para ello es imprescindible reformar el sistema de financiación local para terminar con la 'asfixia' que, a su juicio, han 'sufrido' los ayuntamientos españoles durante esta legislatura.
Por su parte, desde el PSOE, la secretaria de Política Económica, Inmaculada Rodríguez-Piñero, añadió más leña al fuego, indicando que lo ocurrido en Salamanca 'es la demostración del cinismo de Rajoy, que promete bajada de impuestos mientras sus alcaldes los suben descomunalmente'.
Solbes y la prudencia
El vicepresidente Pedro Solbes indica, en una entrevista a Funcas, que 'cualquier esfuerzo adicional para bajar la carga fiscal' debe ser evaluado 'de manera prudente y sosegada'. Tanto PP como PSOE han prometido rebajas fiscales si ganan las elecciones.