La Bolsa castiga a las eléctricas por la norma que impide que cobren dos veces por el CO2
El real decreto ley por el que el Gobierno detraerá a las eléctricas entre 2008 y 2012 el coste de los derechos de emisión de CO2 que reciben gratis y que trasladan a los precios del mercado mayorista ha sido muy mal digerido por la Bolsa. Las acciones de las compañías cayeron ayer en cadena tras los comentarios negativos de las casas de análisis.
Deterioro, inseguridad e intervencionismo. Estos son algunos de los adjetivos que los analistas utilizaron ayer para definir el real decreto sobre el CO2 (y sus consecuencias), que el Consejo de Ministros aprobó el viernes. La norma, que tendrá que convalidar el Congreso o seguir el trámite parlamentario de una ley, establece que durante la vigencia del segundo Plan Nacional de Asignación (PNA) de derechos de emisión de CO2, entre 2008 y 2012, el Gobierno detraerá a las eléctricas los costes de estos derechos que, siendo gratuitos, trasladan a los precios del mercado mayorista (pool).
Esta medida ya se había aplicado en los dos últimos años coincidiendo con el primer PNA, y cogió por sorpresa al sector, que esperaba que la historia no se repitiera pues, indican algunas empresas, así lo había prometido el Gobierno. Lo cierto es que ya está aprobada y supondrá en 2008 la resta de 1.700 millones sobre los más de 4.000 millones de déficit de tarifa que se prevé en el ejercicio. El dato se calcula sobre el precio previsto del mercado de energía eléctrica (55 euros MWh), la cotización del dióxido de carbono (23,35 euros por tonelada) y la intención del Gobierno de congelar la tarifa eléctrica. En el afán electoralista, fuentes próximas al Ejecutivo dicen que 'existía la tentación de ni siquiera ligarla a la subida del IPC'.
La más castigada del sector fue Unión Fenosa, con una caída del 2,9%; Iberdrola, con el 2,27%; Gas Natural, el 1,95% y Endesa, el 1%. Como por mimetismo, la caída se hizo extensiva a los operadores energéticos, REE y Enagás, que retrocedieron un 2,20% y un 2,56%, respectivamente.
Informes negativos
Tras un primer análisis, los observadores se mostraron pesimistas. Para M&B, se trata de 'un movimiento intervencionista, que supone un paso atrás en la liberalización defendida por el Gobierno'. Esta firma considera que es debatible si la internalización del coste del CO2 es un beneficio llovido del cielo (windfall profit) o consecuencia del funcionamiento de un mercado marginalista que funciona en un mercado libre.
Por su parte, UBS cree que la medida supondrá una caída del 2% en la cotización del sector, mientras que Credit Suisse lo califica de riesgo regulatorio, algo que 'el Gobierno había prometido no hacer'. El banco espera que las empresas se defiendan en los tribunales. Para BPI se trata de una presión regulatoria de Industria 'para contener el déficit de tarifa', dado que 'no puede subirlas por las Elecciones y la inflación.
En general, los analistas consideran que la más castigada será Fenosa por ser una de las más contaminantes y, por contra, alguno cree que Iberdrola corre menos riesgo. UBS calcula incluso que la nueva norma restará al beneficio antes de impuesto de Fenosa 155 millones (o un 12% menos del neto previsto).
Sin embargo, desde la compañía aseguran que se 'ha interpretado mal la norma y su efecto sobre el resultado', pues 'sólo se resta una parte del coste internalizado, pues existen mecanismos de desarrollo limpio que compensan', y, además, 'afecta a todas las tecnologías'. Desde esta perspectiva, la empresa mantiene su previsión de resultados de 2008 en 1.200 millones, pues en ella 'ya se incluía el efecto del real decreto ley aprobado del viernes, que reproduce el criterio utilizado en 2006 para reducir el efecto inflacionista' por el CO2.
Enagás también cayó
Pese a conocerse el nuevo sistema de retribución de la red de gasoductos de Enagás, que adelantó ayer Cinco Días, la cotización del transportista siguió también la senda de las eléctricas, con una caída del 2,56%. Fuentes del sector aseguran que, pese a que representa una mejora, los inversores ya habían descontado el cambio.Por su parte, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, calificó de 'correcto' el nuevo modelo retributivo que se aplicará a los gasoductos que entren en servicio a partir del 1 de enero, y añadió que da 'estabilidad' y predictibilidad' a las inversiones de la compañía. Llardén recordó que la orden ministerial que se publica este mes fija una tasa de rentabilidad del 7,5%.