Washington dice estar abierto a un nuevo pacto, pero sin ratificar Kioto
Más de 10.000 delegados de 187 países asistieron ayer a la inauguración de la cumbre sobre el Cambio Climático en Bali (Indonesia), que durante dos semanas servirá de marco para que las naciones desarrolladas y en vías de desarrollo alcancen un acuerdo que sustituya al actual protocolo de Kioto (acaba en 2012) y que ayude a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El acuerdo no parece fácil. En la inauguración de la conferencia, el portavoz de la delegación estadounidense, Harlan Watson, apuntó que están dispuestos a discutir un nuevo pacto global para luchar contra el cambio climático, pero se reafirmó en la idea de no ratificar el protocolo. EE UU no está dispuesto a fijar reducciones que comprometan su crecimiento económico y se ha quedado como la única potencia desarrollada que no ha ratificado Kioto, después de que Australia lo firmara en el inicio de la cumbre. 'No estamos aquí para bloquear el camino', dijo Watson en la apertura del encuentro.
Otro punto que arrastrará polémica será dónde habrá que recortar emisiones. La delegación británica quiere que el nuevo acuerdo incluya las emisiones de dióxido de carbono originadas por los transportes aéreos y marítimos, que en la actualidad no están incluidas en Kioto.
Esta propuesta cuenta con la oposición de los países emergentes, en especial China, que considera que el tratado debe diferenciar de forma explícita entre desarrollados y en vías de desarrollo. El primer ministro chino, Wen Jiabao, aseguró que las naciones más desarrolladas 'son las que tienen que hacer más esfuerzos contra el cambio climático'.
El mismo nivel de vida
La ministra española Cristina Narbona resaltó el esfuerzo que tienen que hacer los países desarrollados en el ahorro energético, 'ya que las naciones en desarrollo tienen derecho a lograr la misma calidad de vida, para lo que necesitan más energía'.