Desierta la subasta del déficit de tarifa
Sólo se han presentado a la puja el Santander y la BBK
Jarro de agua fría. La subasta del déficit de tarifa del presente ejercicio, 1.500 millones de euros (750 millones correspondientes al primer trimestre y otra cantidad igual al tercer trimestre), que realizó ayer por la Comisión Nacional de la Energía, ha quedado desierta.
A la puja, por la que se habían interesado 25 bancos nacionales y extranjeros, sólo se presentaron, finalmente, dos entidades: el Santander y la BBK. Y, pese a todo, ninguna de estas entidades ofreció por esta deuda (que recuperarían a través del recibo de la luz) unas condiciones satisfactorias para el regulador energético, que impuso en el pliego dar más que el euríbor (euríbor + X). Este factor ha resultado demasiado elevado, según la CNE, para cargarlo a los consumidores que son los que pagarán la deuda hasta 2020.
Al organismo regulador que preside Maite Costa sólo le queda ahora la posibilidad de convocar una nueva subasta, prevista para febrero.
Según una nota de prensa remitida por la CNE ayer por la tarde, el organismo 'ha constatado' que la puja se ha visto afectada 'por circunstancias coyunturales y excepcionales de falta de liquidez y desconfianza generalizada de los inversores en los mercados'. En este sentido, añade, 'las dos ofertas presentadas pudieron no reflejar una valoración adecuada del derecho de cobro a largo plazo que se ha subastado'. Para el regulador energético, 'esto se ha visto reforzada tanto por el número limitado como por la dispersión de las ofertas'.
La CNE, que es por ley la que debe gestionar estas subastas (algo nuevo en el mercado) ha decidido 'por prudencia' dejar desierta la puja y 'evitar una influencia negativa sobre futuras financiaciones de déficit tarifario, así como sobre otras emisiones de naturaleza similar'.
Tras las tres sesiones organizadas entre octubre y noviembre con los bancos para darles a conocer la colocación de una cantidad que el sistema adeuda a las eléctricas (por no recoger la tarifa los costes en los que incurren), la CNE detectó importantes recelos entre los bancos, tal como adelantó el 8 de noviembre Cinco Días.
Aunque a dichas reuniones habían acudido 25 bancos, para éstos el producto tenía la ventaja de ser una deuda casi pública y la desventaja de no contar con flujos fijos de recuperación anuales, sino mediante cuotas (a determinar anualmente) de la tarifa.
También las reticencias se achacaron (y finalmente así se ha confirmado) a la incertidumbre en la que están sumidos los mercados financieros.
Inspección 'inmediata' a 18 centrales térmicas
Tal como estaba previsto, el consejo de la Comisión de la Energía acordó ayer abrir una inspección sobre varias centrales nucleares, de carbón y de fuel (hasta un total de 18) para determinar lo ocurrido el pasado lunes 19 de noviembre, en que REE tuvo que aplicar la interrumpibilidad a la gran industria para evitar problemas de suministro a la población.El regulador energético, que maneja un informe del operador del sistema para su investigación, le ha pedido, no obstante, que explique, 'habida cuenta de la amplia capacidad de cobertura del sistema, cómo se llegó a un riesgo de desbalance entre los días 12 y 19'. En este sentido, le pide 'toda la información de que disponga en relación con esta cuestión'.Las centrales a inspeccionar son propiedad de todas las grandes compañías eléctricas.