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'Telecos'

Telecom Italia forma su nueva cúpula con los favoritos de Mediobanca y Telefónica

La margarita ha sido deshojada con pocas sorpresas, pese a la tardanza en el acuerdo. Telecom Italia tiene nuevos gestores y los nombres que han conseguido vía libre son los que se manejaban desde hace tiempo y que responden a los candidatos de Telefónica y Mediobanca. Gabriele Galateri será presidente y Franco Bernabè volverá como consejero delegado a la operadora que dejó hace ocho años.

Han pasado siete meses desde que Telefónica, Mediobanca, Generali, Intesa y Benetton unieron sus destinos para entrar en el capital de Telecom Italia y sacar a la compañía del punto muerto en el que vegeta desde años atrás, pero sólo ayer consiguieron dar el primer paso y materializar un acuerdo para el nombramiento de la cúpula directiva que lo llevará a cabo.

Los socios han acordado que Gabriele Galateri sea el nuevo presidente, mientras que Franco Bernabè asumirá el puesto de consejero delegado. La decisión no supone ninguna novedad con lo hablado entre los nuevos dueños en las últimas semanas y supone respetar los deseos de los accionistas de forma equilibrada. Y es que es cierto que Telefónica ha preferido mantenerse al margen de la primera línea en la pugna por el nombramiento de directivos, pero también lo es que Galateri tiene todas las simpatías de la operadora española. No es ningún secreto la sintonía existente, y las buenas relaciones entre el ex presidente de Mediobanca y hombre de confianza durante años de la familia Agnelli y el primer ejecutivo de Telefónica, César Alierta, han tenido amplia cabida en la prensa italiana.

El nuevo consejero delegado de Telecom Italia, Franco Bernabè, ha sido la apuesta de Mediobanca desde el inicio, aunque ha tenido que vencer las reticencias de quienes veían en este nombramiento un paso atrás.

La posición de Mediobanca y el retorno de Bernabè han ido ganando fuerza con el paso del tiempo, sobre todo cuando se recuerda la evolución de la acción y el negocio en los escasos meses en que fue máximo ejecutivo de Telecom Italia. El todavía vicepresidente de Rothschild Europa asumió el puesto de consejero delegado de la operadora italiana en noviembre de 1998, justo después de dejar la presidencia de Eni, que mantuvo durante seis años. En Telecom Italia estuvo, en cambio, sólo unos meses, ya que abandonó el cargo en julio de 1999, después de que Olivetti le ganara la partida con una opa hostil al conseguir el favor de los inversores frente a la propuesta de fusión con Deutsche Telekom alentada por Bernabè.

En aquel momento, el ejecutivo se retiró con sensación de fracaso para dar paso a la propuesta capitaneada por Roberto Colaninno, pero ahora regresa con varios méritos en su haber. Desde su salida, las acciones de Telecom Italia han perdido un 60% de su valor, el modelo de negocio ha fracasado y la deuda amasada con sucesivas operaciones de dudoso resultado sigue lastrando las cuentas de la firma italiana.

Colaninno fue incapaz de gestionar Telecom Italia en las turbulencias provocadas por el estallido de la burbuja tecnológica y pasó el testigo a Marco Tronchetti y a Pirelli, que lo han mantenido desde entonces. Su fórmula también ha resultado un fracaso y abandonan la compañía con sustanciosas minusvalías con respecto al precio de compra.

La cadena se cierra ahora, con el regreso de Bernabè y con un nuevo grupo de accionistas que deben demostrar que la época en la que la gestión sólo buscaba dar réditos a unos pocos socios -los propietarios- es historia. También tienen la encomienda de sacar a Telecom Italia de la crisis y devolverla al lugar que le corresponde por la capacidad económica del país y sus mermadas posesiones internacionales. El Gobierno es el primero que pedirá cuentas.

Denuncia a Slim en Colombia y nuevas reglas en Ecuador

Puede que sea la operación del momento para Telefónica, pero Telecom Italia no es la única posesión internacional de la española que está dando pasos para afianzar su futuro.En Colombia, la filial de Telefónica se ha unido a ETB para denunciar ante las autoridades a América Móvil, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, bajo la acusación de prácticas anticompetitivas para trabar a sus rivales.Este paso al frente significa llevar ante el regulador a otra filial de América Móvil y se produce sólo unos días después de las denuncias presentadas en México contra otra de las propiedades de Carlos Slim para frenar sus actitudes monopolísticas, según la demanda.En Ecuador, en cambio, es Telefónica la que verá modificadas sus reglas del juego. El Gobierno del país está negociando nuevos contratos con los operadores de móvil y la intención es dar un cambio a las condiciones con las que vienen actuando desde ahora.En un intento de reforzar la responsabilidad de las firmas ante los usuarios, Ecuador incluirá mayores sanciones por errores operativos. Además, las compañías tendrán que implicarse en la financiación de un fondo para llevar el móvil a las personas con menos recursos.

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