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Luis Bertrán Rafecas

'En dos horas estás en España y eso hace que no te sientas desconectado'

Barcelonés, de 48 años, vive en París desde 2003, donde está al frente de la empresa gasística española. Su experiencia se prolongará, en principio, un año más.

La experiencia de Luis Bertrán en la capital gala no es un ejemplo de expatriado al uso. No es su primera incursión en un país extranjero. Entre 1998 y 2002 trabajó en México, así que cuando se le pregunta por su adaptación a París, entrega una sonrisa de 'resulta muy fácil'. En la capital gala no se habla español, pero los usos y costumbres de su población 'son europeos'. París es además un mercado natural para una empresa como la que él dirige en Francia.

'Desde nuestra posición de empresa española, los países limítrofes son los más lógicos para nuestra expansión'. Al reto profesional se unió que París 'es una de las ciudades más bonitas de Europa, con una historia, cultura y patrimonio muy atractivos, tenía un atractivo especial'.

Eso sí, la clave para integrarse es la familia. En su caso, su mujer y sus hijos le acompañan, también de forma original, ya que sus dos hijos estudian en colegios ingleses, tras su experiencia anglosajona en México. 'Ellos se han adaptado muy bien; después de México vivir en otro país no les parecía tan raro', explica. La ventaja es que están en contacto con niños de 52 nacionalidades. 'Sus amigos son de lo más internacional', sonríe. La complejidad administrativa y fiscal de Francia es uno de los aspectos a tener en cuenta en el salto a este país, asegura Bertrán, 'una situación que seguramente se debe a su madurez como país industrial y por ello se han ido añadiendo una serie de reglas complejas que es necesario tener en cuenta'.

Pone como ejemplo las prestaciones sociales. 'Muchos impuestos van destinados a compensar el déficit de la seguridad social, y las bases impositivas no están tanto ligadas a la prestación salarial, sino a la cifra de negocio'. El característico cielo gris de París y el clima le parecen aspectos un tanto más negativos. Y que París es más cara, lo que en algunos casos puede ser un freno a la movilidad. Aun así, la proximidad con España hace de la ciudad un lugar idóneo para él. 'En dos horas estás en casa y eso te permite no sentir una desconexión con tu entorno familiar y social'.

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