El primer avión-helicóptero no tripulado es de patente española
El INTA, junto a 16 empresas, diseña una aeronave para misiones de seguridad y vigilancia.
Un helicóptero no tripulado que se convierte en avión en pleno vuelo. Una idea 100% española. Ayer el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) presentó el Hada, una aeronave concebida por Manuel Mulero, jefe de Cooperación Científica de este organismo, dependiente del Ministerio de Defensa.
El Hada despega como un helicóptero, pero en el vuelo despliega unas alas y se convierte en avión. æpermil;sta es la novedad mundial que le diferencia de modelos anteriores (con rotores, no con alas desplegables) de otros países. Respecto a un helicóptero, gana en velocidad máxima, desde los 65 metros por segundo a los 90, y ahorra combustible ganando autonomía hasta las cinco horas de vuelo. Frente a un avión permite los despegues desde cualquier punto sin necesidad de acudir a un aeropuerto.
El modelo Libélula, el de gran formato, estará disponible a partir de 2010, pero todavía sin precio de venta. De seis metros de envergadura, tanto de alas como de dimensión del rotor, y un peso de 450 kilos, sus posibilidades incluyen, incluso, el transporte de 20 viajeros (si se atreven a volar sin piloto). El prototipo más pequeño, el Colibrí -de 1,8 metros de envergadura y 14 kilos- estará disponible ya en 2008.
El despliegue de las alas en pleno vuelo es la novedad mundial del proyecto Hada, aunque incorpora otras 10 patentes
El Colibrí está pensando para misiones de seguridad, observación de incendios o catástrofes y para el control de migraciones. La Armada ya se ha interesado en la aeronave, que podrá despegar desde cualquiera de sus buques, por ejemplo, para la localización de pateras. La Guardia Civil, el Centro Nacional de Inteligencia y Protección Civil son otros de los potenciales clientes seducidos por modelos con infrarrojos o cámaras.
El control de la aeronave se hace desde una estación en tierra. 'æpermil;se es el futuro de la aviación', asegura Mulero. 'Se ahorra el peligro para pilotos en misiones de alto riesgo y se elimina la fatiga del tripulante', añade mientras enumera otros usos militares o de ayuda humanitaria. Ejemplos en los que los aviones convencionales no pueden posarse.
Aunque hasta ahora las peticiones llegan desde el sector público, Mulero explica que también es interesante para empresas que pueden vender los servicios. 'Tiene un mercado mundial', asegura satisfecho este investigador del INTA. El antecedente del prototipo es el avión no tripulado SIVA, presentado en 1998 también por este ingeniero, y que le ha dado experiencia sobre el sector para esta segunda aventura. Para el desarrollo de su idea, con un coste de 12 millones de euros sin incluir los costes laborales, ya se ha constituido un consorcio de 16 empresas que fabricarán los modelos. En él, además del INTA, están presentes compañías como el fabricante aerospacial Aries Complex, Tecnalia o GMV.
Cada uno de los socios se encarga de incluir los desarrollos tecnológicos que hacen posible el vuelo del Hada. El proyecto global del INTA, llamado Platino, incorporará más de 10 patentes. Dispondrá de tecnología para situaciones como aterrizajes en superficies móviles -como los barcos-, sistemas de navegación y radares hasta ahora sólo utilizados en naves espaciales o la sustitución del cableado interno por comunicaciones ópticas.