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Fusión de cajas

El Gobierno extremeño impulsa la constitución de una sola caja

La fusión de Caja Extremadura y Caja Badajoz ha arrancado con la formación de una comisión del Parlamento regional que tiene que proponer el cómo y el cuándo del proyecto. La entidad resultante ocuparía el puesto 27 del ranking nacional de cajas.

El pistoletazo de salida para la unión de las dos cajas de ahorro extremeñas -Caja Extremadura, fruto de la fusión de Caja de Plasencia y Caja Cáceres, y Caja Badajoz- lo dio el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en su discurso de investidura de junio pasado. Entonces propuso al PP abrir un proceso de reflexión 'sobre el fortalecimiento del sector financiero regional desde el absoluto respeto a los órganos de decisión de las cajas'.

Carlos Floriano, presidente del PP de Extremadura, recogió el guante y semanas después, en un encuentro entre Vara y Floriano, se decidía la fórmula: una comisión de la Asamblea de Extremadura, formada por tres diputados del PSOE y otros tantos del PP.

Ahora esta comisión acaba de constituirse y su principal cometido será establecer una ronda de consultas con expertos, sindicatos y presidentes de las dos cajas para elaborar un informe que marque cómo y cuándo será la fusión.

Por petición del presidente extremeño, estos trabajos se desarrollarán en el más absoluto de los secretos, ya que Vara ha señalado que 'el dinero es cobarde y hay que tener mucho cuidado a la hora de hablar'. A su juicio, no debe darse la sensación de que la fusión viene forzada por la falta de eficacia de estas cajas 'que tienen un gran coeficiente de solvencia y están bien gestionadas'.

Durante 'algunos meses' se elaborará la propuesta conjunta de PSOE y PP, aunque el presidente extremeño ha señalado que la última decisión corresponderá a las direcciones de las entidades financieras.

La caja resultante se colocaría en el puesto 27 del ranking nacional, según datos de la CECA, con un activo de 9.480 millones de euros, justo entre Caja de Burgos y la Inmaculada. Un inconveniente a resolver sería el posible solapamiento de oficinas y el exceso de trabajadores (ambas suman 2.039 empleados) si bien es cierto que Caja Badajoz centra su actividad en Badajoz y Caja Extremadura en la provincia de Cáceres, lo que atenúa este problema.

El proceso de fusión, que podría concluir en 2009, ha recibido la bendición de partidos políticos y sindicatos. Mientras, desde las cajas se guarda silencio.

La Junta toma la iniciativa después de una década de dudas

Aunque la idea de fusionar las dos cajas extremeñas no es nueva (hace una década se empezó a hablar de esta posibilidad) sí lo es que la Junta haya tomado la iniciativa. En círculos políticos se apunta que 'es el momento' puesto que 'Extremadura no es la región de hace diez años'. Pesa el hecho de que entidades como La Caixa, Caja Madrid o Caja Duero tengan cada vez más presencia en la Comunidad, y sea necesario una gran caja extremeña para acometer la financiación de grandes proyectos empresariales.

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