Dimite el vicecanciller y ministro de Trabajo alemán Müntefering
El vicecanciller y ministro de Trabajo Franz Müntefering, máximo representante socialdemócrata del Gobierno germano, dimitió ayer de todos sus cargos por motivos familiares. El actual ministro de Asuntos Exteriores, Frank W. Steinmeier, será el nuevo vicecanciller y el secretario del grupo parlamentario socialdemócrata, Olaf Scholz, lo será como titular de Trabajo.
Müntefering fue la mano derecha del ex canciller Gerhard Schröder y el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) hasta comienzos de la presente legislatura. Luchó casi hasta el último momento para que su formación política no relativizase las reformas de Schröder, pero finalmente tuvo que rendirse ante el actual jefe de la agrupación, Kurt Beck.
De ahí que hayan surgido las suspicacias sobre cuáles son los auténticos motivos de su renuncia. Las razones argumentadas por Müntefering para su dimisión son de índole familiar (su mujer está enferma de cáncer) pero curiosamente se produce justo un día después de que la actual coalición de Gobierno acordara una serie de medidas que en buena parte son un paso hacia atrás con respecto a la llamada Agenda 2010 de Schröder.
Y es que el líder del SPD, Kurt Beck, era partidario de ampliar los subsidios del desempleo a los parados mayores de 55 años, contrariamente a la opinión de Müntefering, lo que le ha debilitado políticamente. La tarde del lunes, la Unión Cristianodemócrata alemana y la Unión Cristianosocial de Baviera (CDU-CSU), de un lado, y el Partido Socialdemócrata (SPD), del otro, pactaron una solución de consenso en los subsidios en una reunión nocturna presidida por la canciller, Angela Merkel.
Según este acuerdo, los parados mayores de 50 años percibirán los subsidios durante 15 meses, a partir de 55 años se prolongarán a 18 meses, hasta llegar a un máximo de 24 meses para los mayores de 58 años. Hasta ahora, el máximo era de doce meses para los desempleados de hasta 55 años y 18 meses a partir de esa edad.
Merkel no se oponía a prolongar los subsidios, siempre que no comportase gastos adicionales. De hecho, el SPD pretende que se destinen a ese fin el excedente existente en la Agencia Federal de Empleo, como consecuencia del descenso persistente del desempleo de los últimos meses. Según explicó ayer el jefe del grupo parlamentario conservador, Volker Kauder, el acuerdo contempla que los costes de la prolongación se financien con ahorros en otros conceptos, informa Efe.
Por el contrario, no ha habido consenso en otra materia discutida, como es la introducción de un salario mínimo en el sector correos. Müntefering había convertido en caballo de batalla la aplicación de un salario mínimo interprofesional, ya que hasta ahora ese concepto no existe más que en unos pocos sectores, como la construcción. De esta forma, el todavía ministro de Trabajo no sólo vio rechazada repetidamente esa cuestión, sino que ni siquiera logró que se ampliase al sector correos, tal y como se había propuesto en la reunión de la gran coalición.
Tampoco ha sido posible el acuerdo sobre privatización de los ferrocarriles, otra de las cuestiones sobre las que existen discrepancias en la coalición de Gobierno, ya que el objetivo es evitar que una gran compañía adquiera tantas acciones que le permita hacerse con el control de la empresa ferroviaria pública.