'Los reguladores nacionales dependen demasiado del Gobierno o de las operadoras'
A pesar de la resistencia de las grandes telecos, esta luxemburguesa logrará hoy que se apruebe su proyecto de reforma del sector.
La comisaria del roaming vuelve a golpear. Cinco meses después de que lograra imponer a las operadoras de móvil unas tarifas máximas para los servicios de itinerancia internacional, Viviane Reding plantea ahora con una revolución del marco regulador de todo el sector de las telecomunicaciones. La responsable comunitaria de Sociedad de la Información cree que ha llegado el momento de establecer un regulador a nivel comunitario y de obligar a las compañías que dominan el mercado a crear filiales que se hagan cargo de la red para garantizar que todos los operadores pueden acceder a ella en igualdad de condiciones. Y asegura que su intervención sólo pretende 'despertar a las operadoras, porque en el siglo de internet, la compañía que se relaja, pierde'.
Las compañías todavía no se han recuperado del shock del reglamento sobre roaming y usted ya les amenaza con una separación estructural.
Mi responsabilidad es desarrollar un mercado europeo de las telecomunicaciones que funcione bien. Donde hay competencia, no intervenimos. Pero tenemos que reforzar la regulación en aquellas áreas en las que el mercado no es suficientemente competitivo. En llamada local, el 72% del mercado todavía está en manos de los operadores dominantes. Y el 66% de la banda ancha.
La patronal del sector, ETNO, asegura que sus miembros no han encontrado obstáculos para entrar los mercados de otros países. ¿Se está adoptando una solución para un problema que no existe?
Los reguladores nacionales ya tienen instrumentos para imprimir competencia en el mercado. Pero algunos están desesperados y quieren disponer de la separación funcional como posible remedio, porque en algunos países no se puede aplicar salvo que una ley lo autorice expresamente.
De modo que usted prevé que, una vez disponible la separación, más de un regulador utilice ese arma.
Ya sé de países que están preparando la ley, como Suecia o Italia. Y otros, como España, Irlanda o Polonia están estudiando el problema.
Su reforma se apoya, en gran parte, en los reguladores nacionales. ¿Cree que debe mejorarse su independencia?
Sin duda. Vemos una serie de reguladores demasiado dependientes de los gobiernos o de las compañías. La regulación, para nosotros, no es eso. Vamos a fortalecer su independencia, les vamos a dar instrumentos para actuar y, al sentarlos juntos en un mismo foro, habrá una presión de los colegas para que todos actúen con independencia y puedan justificar sus decisiones frente al resto.
Las voces críticas con la reforma aseguran que se producirá una caída en la inversión.
Prefiero hablar de cifras que de voces críticas. Y las cifras confirman que hay mayor penetración de banda ancha donde existen varios operadores con ofertas interesantes y con tarifas interesantes. En Reino Unido, que se aplica la separación funcional, la inversión es de 220 euros por habitante y año. En Alemania, que se quiere crear por ley un monopolio, la inversión es sólo de 100 euros.
¿Pero qué incentivo tendrá una compañía cotizada en Bolsa para invertir el dinero de sus accionistas en una red que luego podrán utilizar sus competidores?
Son cosas que se dicen para poner nerviosos a los políticos. Pero nuestros datos cuentan otra historia. Y mientras unos se quejan, las pequeñas compañías están invirtiendo en banda ancha en Italia. Y en Alemania, la que invierte es British Telecom.
La separación funcional, según las operadoras, llevaría aparejado un enorme coste porque necesitarían más personal, más infraestructura, incluso una nueva sede social.
Los reguladores nacionales sólo aplicarán la medida después de un concienzudo estudio sobre costes y beneficios. No es algo que se aplique a la ligera, sino para solucionar un problema. Y quiero recordar, citando un informe del ERG Grupo europeo de Regulador que la acción de British Telecom, después de la separación funcional, se revalorizó. Es algo a tener en cuenta.
Si la situación de la competencia es tan poco satisfactoria, ¿por qué no plantea la escisión total de las compañías, como quiere hacer su colega Neelie Kroes comisaria de Competencia en el sector energético?
Porque se trata de dos sectores diferentes. En telecomunicaciones se ha avanzado ya mucho en la liberalización. No partimos de cero. Lo que quiero es continuar por el camino que hemos transitado en los últimos años, pero acelerando el paso.
Por cierto, que el departamento de Kroes no ha ahorrado críticas a su iniciativa.
Mis propuestas se aprobarán mañana por hoy con el respaldo unánime de la Comisión.
¿Ha tenido que ceder mucho para conseguir esa unanimidad?
En absoluto. Sólo pequeños cambios. Pero las grandes ideas planteadas al principio de la reforma siguen ahí.
Su reforma incluye cambios en la gestión del espectro radioeléctrico. ¿Por qué motivo?
Porque se gestiona de manera totalmente ineficiente. El espectro es un bien público escaso y muy valioso, que pertenece al Estado y así seguirá siendo. Pero el 30% se está desperdiciando y no podemos seguir tolerando esa situación.
¿Está a favor de que se comercialice en un mercado secundario?
Sí, pero debe decidirse de manera coordinada en todos los países de la Unión Europea.
¿Y en cuanto al espectro que se libere por el apagón de la televisión analógica?
Una parte debería ir al sector audiovisual, pero otra debería destinarse a servicios de banda ancha para todos.
'El éxito del regulador es su desaparición'
P¿Cuál es el valor añadido de un regulador europeo?RLa colaboración de todos los reguladores nacionales en un sólo organismo evitará que haya intervenciones nacionales contradictorias o que se produzcan interpretaciones divergentes de la normativa.P ¿No se producirá un conflicto entre el regulador europeo y la dirección general de Competencia de la CE?RNo sé de dónde sale esa idea. Es absurda. La regulación actúa a priori, mientras que las leyes competencia lo hacen a posteriori, para solucionar un problema. Son dos actuaciones totalmente diferentes.PPero hace unos meses vimos que la CE multó a Telefónica por una práctica sometida a regulación de la CMT. ¿No se elevará a nivel comunitario este tipo de conflictos o solapamientos?RNo tiene por qué. Cada organismo la CE y el regulador europeo tendrán tareas muy diferentes, sin solapamientos posibles. Por supuesto, políticamente siempre puede haber algún conflicto en determinadas intervenciones, pero sus misiones son claramente diferentes.PNo es muy frecuente que un organismo nazca con fecha de caducidad, como es el caso del regulador europeo. ¿Cree que una vez en marcha será posible desmantelarlo?REs difícil responder porque no sabemos cómo estará el mercado dentro de 10 años. Pero esperamos que las normas que aprobamos ahora sean eficaces. Y eso supondrá que dentro de unos años no serán necesarias, porque el sector de las telecomunicaciones tendrá una competencia plena y podrá someterse a un control normal. El éxito del regulador europeo será que dentro de unos años no tenga que existir.PHasta ahora, los reguladores nacionales sometían a una estrecha vigilancia 18 segmentos del mercado. Su iniciativa reduce ese número.RSí, casi a la mitad, lo cual prueba que no queremos regular por regular. Se trata del proceso de desregulación más importante en muchos años. Y lo hemos hecho a pesar de que algunos países nos pedían que mantuviéramos la vigilancia.
Tres pasos polémicos
Dos directivas y un reglamento conforman la parte principal de la reforma del marco regulador del sector de las telecomunicaciones que aprueba hoy la Comisión Europea.l La principal novedad es la creación de una autoridad reguladora a nivel comunitario, integrada por los reguladores nacionales de los 27 países de la UE.l Hasta ahora, esos reguladores se reúnen en un foro informal (conocido como ERG, por sus siglas en inglés), sin poderes concretos. La comisaria europea de Sociedad de la Información propone elevar a rango oficial el formato.l Reding pretendía que la nueva autoridad dispusiera de amplios poderes para analizar el mercado y adoptar medidas correctoras en caso necesario. Pero la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, ha obligado a matizar la propuesta para que el futuro órgano no invada las atribuciones de su departamento.l La segunda propuesta inquieta más a las grandes operadoras del sector. Las nuevas directivas comunitarias facultarán a los reguladores naciones para imponer la separación funcional de las compañías (entre servicios y gestión de la red) para potenciar la competencia.l ERG ya ha expresado su satisfacción por contar con ese nuevo instrumento para disciplinar a las operadoras. Y recuerda que la experiencia británica, donde BT aceptó de manera voluntaria la separación, ha demostrado que esa solución ha alentado 'una nueva ola de inversión en el mercado del Reino Unido'.l La reforma de Reding también incluye la reducción del listado de actividades de las operadoras sujetas a regulación ex ante. En total, se pasa de 18 a siete segmentos del mercado.