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Ferrocarril

Renfe paraliza este mes tres líneas de cercanías de Barcelona

La incógnita en torno a la fecha en la que se restablecerán las tres líneas de cercanías sin servicio en Barcelona no se despeja. Fomento prolongó ayer hasta el 30 de noviembre el plan de transporte alternativo con autobuses con el que atiende a los usuarios afectados por los cortes.

Los más de 160.000 usuarios afectados por los cortes que afectan a tres líneas de la red de cercanías Renfe en Barcelona deberán de armarse de paciencia durante más tiempo de lo previsto. El secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, avanzó ayer que mantendrá hasta el 30 de noviembre el plan de transporte mediante autobuses con el que da un servicio alternativo a los usuarios de las líneas C-2, C-7 y C-10 de Renfe.

Estos tramos dejaron de operar el pasado 20 de octubre, después de la aparición de varios socavones en las obras del tren de alta velocidad en el barrio del Gornal, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Morlán, que participó ayer en la reunión semanal del Centro Coordinador de Operaciones Ferroviarias de Barcelona (Cecof), reconoció que la situación en este tramo ferroviario que atraviesa el barrio del Gornal es 'difícil' y 'compleja' porque se han detectado zonas de terreno inestables en el subsuelo, principalmente debajo de una de las tres vías que hay en la estación de Renfe de Bellvitge, en L?Hospitalet, donde está suspendida la circulación de trenes.

El número dos de Fomento no avanzó cuando se recuperará la normalidad en los tramos afectados, aunque en un principio estaba previsto que ayer se diese a conocer la fecha. Las previsiones iniciales, después del primer socavón en L'Hospitalet, era que los cortes duraran sólo diez días, aunque poco después se fijó en 15 días el mínimo en que las tres líneas permanecían inactivas. Para que vuelva la normalidad a Cercanías, debe estar en plenas condiciones y garantizarse la seguridad en la vía 2 de Bellvitge, la más afectada por el socavón.

Plan de transporte alternativo

El secretario de Estado de Infraestructuras comentó que es posible que las condiciones del terreno en alguna de las vías del tramo problemático esté en condiciones antes del 30 de noviembre, pero puso en duda que valga la pena poner en servicio uno de los ramales si supone cambios en el plan de transporte alternativo. Morlán indicó que 'si los planteamientos técnicos nos llevan a pensar que podemos anticipar la puesta en servicio, lo haremos', afirmó el secretario de Estado de Infraestructuras, que admitió que también puede ocurrir lo contrario, que se tenga que ampliar el dispositivo más allá del 30 de noviembre.

Las primeras pruebas geofísicas llevadas a cabo en el subsuelo de Bellvitge han permitido detectar puntos inestables que deberán fortalecerse con inyecciones de mortero. Los defectos son puntuales en la vía 1 de esta estación y quedarán previsiblemente tratados a finales de esta semana, lo que permitirá iniciar los trabajos de revisión de la catenaria, los sistemas de electrificación y las instalaciones de seguridad. En cuanto a la vía 2, el número de puntos que requieren de refuerzo en un tramo de 1,5 kilómetros es más elevado.

Un coste de 6,7 millones diarios

El coste económico del cierre parcial de las líneas de Cercanías hasta el 30 de noviembre superará los 208 millones de euros, con una media de 6,7 millones diarios, según una estimación de la patronal catalana de la pequeña y mediana empresa Pimec. Según sus datos, los trabajadores cuentan con 'un gasto adicional en canguros, guarderías y comidas fuera del hogar' que ascenderá a unos cuatro millones.El coste para las empresas es de 1,4 millones de euros al día. En esta partida se valora no sólo la pérdida de tiempo derivada del retraso de los empleados, sino también el tiempo de transporte adicional en el transporte de las mercancías y otros costes derivados de la congestión del tráfico. Por otro lado, Renfe y los Ferrocarriles de la Generalitat dejarán de ingresar un millón de euros al día y los trabajadores autónomos cerca de 270.000 euros, ya que reducen su jornada laboral por el caos ferroviario.

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