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Tribuna
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El planeamiento urbanístico digital

Compramos, vendemos y viajamos por internet, declaramos nuestros impuestos, tramitamos cada día más asuntos con la Administración, consultamos el catastro, movemos nuestro dinero. Está claro que, en la actualidad, muchos nos quedaríamos cojos si nos retirasen el acceso a internet.

Sin embargo, quedan reductos de información aparentemente imposibles de compartir en la red, algunos porque carecen de atractivo o no suscitan el suficiente interés, pero no hay ninguna justificación para que otros, tan importantes como el planeamiento urbanístico, no lo estén. Y no hay duda de su importancia, ya que el urbanismo determina y condiciona cada vez más la construcción y el desarrollo inmobiliario, que son los principales motores de la economía española.

La primera causa que se aduce para que el planeamiento no esté en la red es el repetido argumento de: 'es que el planeamiento urbanístico es muy complejo'. Sin duda lo es, pero, ¿hasta qué punto se aprovecha su complejidad como excusa para no acometer la urgente tarea de ponerlo a disposición del público a través de internet? Tareas más difíciles se han conseguido.

Tampoco se puede aducir que hay lagunas legales porque tanto la legislación estatal como las legislaciones autonómicas redundan en la necesidad de su publicación, incluso existen actuaciones públicas como el programa Impulso del Urbanismo en la Red, promovido por el Ministerio de Industria a través de la empresa pública Red.es y la Federación Española de Municipios y Provincias, que ponen el punto de mira en esta necesidad.

Sin duda existen salidas, como escanear los documentos y ponerlos en formato pdf, con sistemas que se conforman con la situación de que el papel siga siendo el soporte legal de los planes y que permiten de forma sencilla y barata descargar de la red mamotretos de textos y sábanas de planos de planes generales, modificaciones puntuales, planes parciales, planes especiales, planes de reforma, sentencias suspensorias o anulatorias, etcétera. Toda una retahíla de instrumentos urbanísticos incomprensibles e inabarcables, que inevitablemente dejan al ciudadano de a pie con dudas insalvables y preguntas sin contestación, del estilo de: ¿qué puedo construir en mi parcela? o ¿cómo es posible que estén haciendo estas cosas en mi ciudad?

Pero el planeamiento digital no consiste en publicar documentos de papel, porque conseguir que el planeamiento sea realmente digital exige cambiar la forma en que se redactan, tramitan y difunden los planes. Primero, porque deben nacer con una estructura interna que permita preservar su riqueza conceptual y de diseño. Segundo, porque los nuevos planes tienen que ser congruentes con los planes anteriores y con las bases cartográficas oficiales; ya no sirve que los planes sean más o menos encajables unos con otros. Los planes pueden y deben ser completamente precisos y coherentes entre sí. Tercero, porque cuando unos planes modifican o desarrollan a otros planes en cualquier aspecto, debe establecerse un lenguaje de modificación que permita, mediante un proceso posterior automatizable para producir un plan refundido, generar un plan donde queda la información del planeamiento vigente limpia de polvo y paja.

También es necesaria la puesta en marcha de un circuito de comunicación ágil y permanente entre la Administración y los redactores de planeamiento, que facilite el mutuo intercambio de información adecuada y actualizada para la elaboración de planes con datos en formatos estandarizados. Si se consigue que los urbanistas se ajusten a formatos de intercambio normalizados y que las Administraciones públicas estén dispuestas a regalar cartografía y planeamiento digital de base se pondría una pica en Flandes.

Logrando esto, todo lo demás vendría rodado, porque la formación de registros de planeamiento digital, la construcción de planeamiento refundido y su puesta en circulación a través de internet mediante servicios web son tareas perfectamente asumibles por la industria especializada y por la Administración pública.

Ignacio Arnaiz Eguren, Director del Área de Informática de Arnaiz Consultores

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