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Competencia

La siderurgia europea denuncia a China ante Bruselas por dumping

La patronal siderúrgica europea Eurofer ha presentado dos expedientes ante Bruselas en los que reclama medidas antidumping contra China, Corea del Sur y Taiwán por prácticas desleales en el sector, con un impacto de 3.200 millones en 2007.

Eurofer ha cumplido sus amenazas. La asociación que agrupa a los principales grupo siderúrgicos europeos finalmente ha presentado dos expedientes ante la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea en los que reclama a Bruselas la adopción de medidas antidumping contra China, Corea del Sur y Taiwán por lo que considera prácticas desleales en el mercado siderúrgico.

En concreto, Eurofer quiere aranceles especiales que graven las importaciones de chapas laminadas en frío de acero inoxidable procedentes de los tres países asiáticos, así como las de chapas y flejes galvanizados procedentes de China. Además, estudia acciones similares en relación a otros productos.

Fuentes de la patronal española Unesid señalaron que las importaciones de estos productos desde los tres países asiáticos a Europa alcanzarán un valor aproximado de 3.200 millones de euros sólo en este ejercicio. Un impacto superior al que sufren otros sectores, como el calzado, afectados por la política comercial china, subrayaron.

Según Eurofer, en los últimos cuatro años la entrada de estos productos en el Viejo Continente ha crecido un 3.300%, con unos márgenes de dumping de hasta el 40% y unos precios inferiores a los del mercado europeo de hasta el 25%.

'Invasión' asiática

En el caso concreto de España, las importaciones de chapas y flejes galvanizados desde China de enero a julio ya es un 11% superior a la de todo el año 2006, mientras que la de chapas laminadas inoxidables supera en un 40% las cifras del último ejercicio al completo.

Los grupos siderúrgicos europeos advierten de que esta 'invasión' de productos asiáticos a bajo precio está mermando su cuota de mercado y ha obligado a algunas plantas a reducir sus niveles de utilización, lo que afecta a su rentabilidad 'y puede poner en peligro miles de puestos de trabajo en Europa'.

En los expedientes remitidos a Bruselas se argumenta que los precios de los productos asiáticos no reflejan ventajas competitivas reales respecto a la industria europea y sólo obedecen a la importante ayuda estatal que reciben las empresas locales.

En el caso chino, por ejemplo, el Gobierno de Pekín está impulsando un plan para modernizar el sector, con el objetivo de que las cinco principales siderúrgicas nacionales controlen el 50% del mercado doméstico en 2010, frente al 22% actual.

En la actualidad, China ya es el primer consumidor mundial de acero, con cerca de un tercio de la demanda global, y se ha convertido en un exportador siderúrgico neto en los últimos cuatro años. Según las últimas previsiones de Eurofer, el país producirá este año 489,2 millones de toneladas de acero, de las que venderá en el exterior 54,2 millones. En principio, alrededor de 10 millones de toneladas irán a parar a países de la UE.

Bruselas tiene ahora 45 días para decidir si tramita los expedientes. De ser así, iniciará una investigación que puede durar hasta nueve meses y que afectará tanto a los productores asiáticos como a los denunciantes. El proceso total puede durar un año. Las medidas definitivas que se tomen son válidas durante cinco años.

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