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Aerolíneas

Iberia, en manos del salvador de Continental

La aerolínea de EE UU recuerda que TPG le libró de la quiebra y jugará un papel clave en el futuro del sector

Larry Kellner y Jeff Smisek, presidente y primer ejecutivo de Continental, no tienen ningún rubor en reconocer que el punto de arranque del momento dulce que vive esta aerolínea (es la que más ha crecido en Estados Unidos durante la última década) tiene su punto de partida en el plan a 10 años que definió y desarrolló Texas Pacific Group (TPG) durante el tiempo (desde 1992 a 1998) que mantuvo el control del capital y de la gestión de la compañía.

El fondo de capital riesgo que ahora ultima una oferta de compra para hacerse con el control de Iberia, es calificado por ambos ejecutivos como una de las empresas 'con un mayor conocimiento del sector de la aviación comercial en todo el mundo'. Además, auguran para ella y para a otras de su perfil un papel crucial en el futuro del negocio aéreo cuando llegue el momento de la consolidación entre aerolíneas estadounidenses y europeas.

Kellner y Smisek han sido los protagonistas de unas jornadas organizadas por Continental que tuvieron lugar la pasada semana en Nueva York. Ambos han explicado sin morderse la lengua cual es su visión del inmediato futuro en este negocio. Y sus puntos de vista difieren en aspectos fundamentales de aquellos que vaticinan que las fusiones entre las grandes compañías están a la vuelta de la esquina.

Del tratado de cielos abiertos firmado el pasado invierno entre EE UU y la Unión Europea les interesan básicamente aquellos apartados que les dan a oportunidad de iniciar una operación significativa desde 2008 en el puente aéreo entre el aeropuerto de Newark en Nueva York y Heathrow en Londres, que hasta la fecha les estaba vedado.

Los aspectos del pacto de cielos abiertos que se refieren a la apertura sin limitaciones por encima del 25% del capital de las aerolíneas estadounidenses a sus homólogas europeas, afirman que no son viables. Kellner y Smisek alegan que existe una ley en EE.UU. que obliga a las compañías aéreas nacionales a poner a disposición del Gobierno de la nación los aviones de su flota en caso de conflicto bélico. Este tipo de militarización de la flota no sería posible si las aerolíneas son propiedad de sus competidoras europeas.

En este contexto, los directivos de Continental afirman que el papel que pueden jugar compañías como TPG en el futuro, cuando se plantee de forma inmediata la necesidad de consolidación entre las aerolíneas de ambos continentes, puede ser decisivo. 'Ellos no tienen limitaciones para participar y gestionar varias compañías a la vez'.

Jeff Smisek, el primer ejecutivo de Continental, asegura que la confirmación de la oferta de TPG, en compañía de British Airways, por Iberia puede ser muy interesante para ambas aerolíneas. El directivo afirma que tanto la compañía británica como la española 'están bastante bien gestionadas' pero afirma que la aplicación de los criterios de gestión que utiliza TPG tras la larga experiencia acumulada en el sector, puede hacer de su colaboración un proyecto de gran proyección a largo plazo.

UNA AEROLÍNEA QUE NO CREE EN FUSIONES

El presidente de Continental Airlines, Larry Kellner, ve el futuro de su compañía como un proyecto independiente. El plan de negocio en su empresa se diseña extendiendo el mapa del mundo sobre una mesa y trazando rutas directas desde sus hub (centros de distribución de tráfico) en Estados Unidos hacia destinos en todo el mundo. La clave del éxito consiste en utilizar el avión adecuado para cada ruta, teniendo en cuenta la autonomía de vuelo de cada aparato y la densidad del mercado al que se presta servicio. Continental pertenece a la alianza SkyTeam que encabeza Air France, pero Kellner dice que esta es una unión de interés y no un matrimonio de largo plazo.

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