La banca española salva la crisis 'subprime'
Las grandes entidades financieras siempre ganan, como la banca en los casinos, aunque las turbulencias azoten a los mercados financieros de todo el mundo. Esta máxima se ha cumplido al pie de la letra en el caso de los bancos y cajas españoles, pero no en el de sus competidores europeos y estadounidenses.
A pesar de la tormenta crediticia desatada en agosto y septiembre por el aumento de impagos de hipotecas subprime (de alto riesgo) en Estados Unidos, las cinco grandes entidades de crédito españolas han continuado cosechando resultados récord: 15.350 millones de beneficio (un 19,1% más que hace un año), con mejora de sus ratios de eficiencia y un repunte mínimo de la morosidad.
Las cifras de actividad también han sido sólidas. Tanto Santander como BBVA, La Caixa, Caja Madrid o Banco Popular han logrado crecimientos en créditos y en recursos de clientes bajo gestión por encima de los dos dígitos. Además, todos ellos han conseguido mejorar sus ratios de rentabilidad y eficiencia en los últimos doce meses.
La tasa de morosidad repunta levemente, pero sigue en mínimos históricos
Los cinco grandes ganan hasta septiembre 15.350 millones, un 19% más
El interés de los inversores por los resultados trimestrales de los grandes bancos y cajas era máximo. Durante el mes de septiembre, la consigna acuñada entre los banqueros era el 'wait and see': pararse y mirar qué ocurría en los mercados. Nadie quería dar un paso en falso hasta conocer el verdadero calado de la crisis. Motivos no faltaban. Las turbulencias desencadenadas por las subprime, además de quebrar financieras en EE UU y provocar pérdidas millonarias en algunos de los bancos con más solera de Wall Street, cruzaron el Atlántico para golpear Europa. El británico HSBC se vio obligado a realizar la primera corrección sobre previsiones de beneficio de su historia. UBS renovó por completo su cúpula directiva por la mala gestión y la mayoría de bancos alemanes tuvo que dotar importantes provisiones.
Nada de eso ha ocurrido aquí. A lo largo de la temporada de resultados una de las preguntas que más se ha repetido ha sido si la entidad tenía algún tipo de inversión en créditos de alto riesgo (CDO, conduits o cualquier otro activo subprime). La respuesta ha sido negativa en todos los casos.
Ni siquiera Santander y BBVA, que en los dos últimos años han expandido su franquicia en el país norteamericano, han mordido el anzuelo de las altas rentabilidades ofrecidas por los bonos de alto riesgo.
El consejero delegado de BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró en la presentación trimestral de cuentas que sus filiales estadounidenses están asentadas fundamentalmente en Texas, 'un Estado que crece por encima de la media' y en el que apenas ha habido incidencia de impagos de hipotecas subprime.
Su homólogo en Santander, Alfredo Sáenz, explicaba ayer que tampoco tienen en su balance créditos de alto riesgo, aunque vaticinó que en cierta medida 'todas las entidades van a sufrir' las turbulencias.
La clave está en la liquidez. Los problemas en Estados Unidos han generado desconfianza entre los bancos, que temen invertir en activos de otras entidades por si están contaminados en algún grado. En opinión de Sáenz, la sequía de fondos podría continuar hasta el próximo ejercicio.
Sin embargo, los problemas de liquidez tampoco parecen preocupar a ninguno de los cinco grandes. Todos ellos han alardeado de tener una posición envidiable. La Caixa cuenta con activos líquidos por 26.124 millones, el 10,9% del total. 'El mejor ratio de la banca española', aseguran. Caja Madrid, por su parte, ha captado 3.000 millones en depósitos (+46%), lo que limita su dependencia a los mercados internacionales. El consejero delegado de Popular, José María Lucía Aguirre, también defendió estar en una posición de liquidez 'fuerte y controlada'.
Para explicar por qué los bancos españoles han salidos indemnes de la mayor tormenta financiera del último lustro hay que acudir a varios factores. La mayoría de las fuentes consultadas destacan la vocación por el negocio minorista. 'El Deutsche Bank, que hasta hace 10 años era un banco de particulares, ahora es de inversión, lo que le hace mucho más vulnerable a la situación de los mercados. La banca nacional, por el contrario, ha mantenido el foco en la banca comercial, por lo que está inoculada contra los vaivenes del mercado', explica un analista.
Otro importante factor ha sido la diversificación geográfica de los dos grandes. Las economías emergentes han sobrellevado la reciente crisis mejor que los países desarrollados. Así pues, las inversiones de Santander y BBVA en Latinoamérica también han constituido una tabla de salvación para tiempos convulsos.
El último factor apuntado es la buena marcha de la economía española. 'El aterrizaje suave del mercado inmobiliario se está cumpliendo', explica un banquero. 'Todas las entidades estamos registrando una ralentización de las hipotecas pero, al haberlo previsto a tiempo, hemos podido diversificar el negocio hacia pymes o créditos al consumo', comenta.
La citada desaceleración del mercado hipotecario y un ligero empeoramiento de la coyuntura económica, han hecho repuntar la tasa de morosidad de las entidades. Sin embargo, los niveles inferiores al 1% son algo insólito en la banca mundial y permiten a bancos y cajas afrontar el final de ejercicio con buenas perspectivas.