Las empresas plantan árboles para ver crecer los beneficios... sociales
Compañías, bancos y cajas patrocinan reforestaciones en las que participan sus empleados
Se suele decir que en la vida hay que tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Y debe de ser cierto. Yo creo que lo de plantar un árbol tiene una emotividad particular. Es un ser vivo que tira para arriba'. Así lo cree Josep María Martínez Ribes, director general de IMC Med Cosmetics. Su marca de fijación capilar, Fixonia, va a patrocinar la reforestación de una hectárea este otoño en Doñana, en colaboración con la organización ecologista Adena/WWF. Pero no es la primera vez de Fixonia. Desde que comenzaron con este programa en 1992, han replantado más de 45.000 árboles en 380 hectáreas.
Desde el principio pensaron implican a sus trabajadores en las repoblaciones. 'Cuando cogen pico y pala a más de uno se le cae una lagrimita', explica este directivo. Para Adena, 'la participación de los empleados es importante porque es una forma más de sensibilizar a la sociedad sobre el medio ambiente', explica su directora de marketing, Clorinda Maldonado.
Fixonia presume de ser una de las empresas pioneras en estas acciones ecológicas, que se han expandido entre numerosas compañías. La idea surgió 'de forma bastante espontánea tras un verano horroroso de incendios', según Ribes. Era la época en que las lacas y sprays tenían mala fama por las emisiones de CO2 . 'Nos interesaba decir que no era así', según el ejecutivo. De hecho disponían de un lema que decía: 'nos interesa la belleza de las personas en un entorno igualmente bello'.
La Fundació Territori i Paisatge, de Caixa Catalunya, ha comprado los derechos de tala de 25 reservas forestales para preservar los bosques
En esos años la colaboración entre empresas y organizaciones ecologistas no era habitual. 'Algunas eran muy radicales y puritanas', explica Ribes. En la actualidad las ONG analizan las actividades de la empresa antes de fraguar una alianza. 'Hay sectores delicados de los que no podemos aceptar dinero: química, las petroleras, de pieles o energéticos', asegura Maldonado. Cada año, Adena trabaja con unas 30 o 40 empresas que pagan entre 18.000 euros y 30.000 por reforestación. BBVA, Canon o Coca-Cola están entre ellas. La Fundación Santander también trabajará en noviembre en la reforestación del Alto Tajo -tras el incendio de Guadalajara de 2005-, dentro del programa de patrimonio natural del banco.
La Fundación Foresta, creada en Canarias por las empresas de automoción Flick y Domingo Alonso, la Caja Rural de Canarias y la transportista Global Salcai Utinsa, es un caso especial. Entre el 70% y el 90% del suelo de las islas es privado. Foresta identifica fincas con necesidades de reforestación, busca la financiación y convence a los propietarios de la bondad de la repoblación. Para ello cuenta con una quincena de patrocinadores, como Leroy Merlin o Mapfre, que pagan desde 500 a 90.000 euros.
Otro caso especial es el de la Fundació Territori i Paisatge, de la obra social de Caixa Catalunya. Esta organización dispone del 4,23% del suelo de Cataluña, en propiedad o custodia, cuyo valor natural haya merecido su protección. Además, como novedad, ha comprado los derechos de tala de 25 reservas forestales para preservar los bosques.
Las obras sociales de la cajas de ahorros en 2006 gastaron 4,73 millones en parques naturales y fincas de interés ecológico. Uno de los programas más conocidos es Un millón de árboles de especies autóctonas, de Caja Madrid, objetivo ya alcanzado y que se ha ampliado a los dos millones.