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Crisis

El negocio de la exhibición de cine se funde a negro

En lo que va de año han cerrado 63 salas y 105 pantallas en España

El cine está atravesando uno de sus peores momentos. Desde enero hasta hoy, han echado el cierre 63 salas y lo que es más preocupante, también las pantallas. A finales de los años 90, la tendencia de abrir multicines elevó el número de pantallas hasta las 4.383. Pero desde 2005, éstas van disminuyendo gravemente.

Los últimos datos recogidos por el Ministerio de Cultura reflejan que en tan sólo un año hay 105 pantallas menos. Hasta septiembre de este año, se contabilizaron 4.192 pantallas frente a las 4.299 del año pasado. 'Si todo continúa a este ritmo, cerraremos la mitad de las salas en unos pocos años', advierte el director general de la Federación de Cines de España (FECE), Rafael Alvero. A estos ceses, les seguirá la pérdida de 20.000 puestos de trabajo.

En el año 2000, había en España 1.298 cines, mientras que a día de hoy sólo quedan 873, un 32,7% menos. 'Y la tendencia sigue clara: descenderá esta cifra debido a una suma de despropósitos', señala Alvero.

'Si todo continúa así, cerraremos la mitad de las salas en pocos años', según la FECE

Hay varias causas que han provocado esta preocupante situación. A la creciente piratería (descargas por internet y top manta) se unen la irrupción del DVD y la especulación inmobiliaria que echa de las calles céntricas de las ciudades las salas más emblemáticas. Un caso claro es el de Gran Vía de Madrid. Hasta hace no mucho, esta calle estaba atestada de grandes cines y hoy es un hervidero de tiendas y centros comerciales.

Compañías como Filmax o Yelmo Cineplex ponen el cartel de 'cerrado' en algunos de sus recintos regionales. El último ejemplo de esta crisis sin fin fue la suspensión de pagos que presentó el pasado verano el grupo líder del sector, Ábaco- Cinex, que cuenta con más de 400 pantallas y cuarenta multicines repartidos por todo el Estado.

A todas estas circunstancias negativas, el sector de los exhibidores añade como un obstáculo más la Ley del Cine, que se ultima en el Congreso. 'En contra de favorecer, daña nuestros intereses', sentencia Alvero.

El sector de la exhibición ha invertido en estos últimos años 1.500 millones de euros 'para convertir el parque de cines en el mejor del mundo. Esto supone que hemos construido un pilar para el cine español. A cambio, tenemos una situación desesperante', prosiguen en la FECE.

'Hay varias cosas que no se reflejan en la nueva ley, y que destruyen nuestro negocio', se lamentan los exhibidores. æpermil;stos creen que la 'normativa no aborda medidas para restablecer la libertad de mercado', frente al abuso de las grandes distribuidoras de EE UU (majors). 'Tampoco protege al cine en las salas mediante ventanas exclusivas, y por contra impone una cuota de pantalla que va contra la libertad de empresa', explican los exhibidores.

El resultado es que la cuota de películas españolas que se ven en estos circuitos es cada vez menor. Sobre el total de filmes, no llega ni al 8%, frente al 15% del año pasado. 'El interés de los espectadores por la producción nacional y europea es muy escaso, y el Gobierno nos obliga a exhibirla en los cines, aún incluso aquéllas películas que no son rentables', apuntan en la patronal.

Este hecho también repercute negativamente en el nivel de ingresos de las salas. La recaudación de las taquillas en septiembre fue un 10% inferior al año pasado, y si la comparamos con el año 2001, las ventas han descendido un 40%. Para el cierre del ejercicio, el sector prevé acabar en 540 millones de euros (636,1 millones el año pasado).

La caída de espectadores todavía es más dramática. A septiembre de este año, el tráfico a las salas se estimó en 76 millones de personas. Para el cierre del ejercicio, los exhibidores esperan lograr 105 millones de espectadores, un 13%, menos que hace un año y un 28% menos que en 2001, año que el sector vivió un momento de bonanza por las numerosas películas taquilleras.

En cuanto a la piratería, hay una desprotección absoluta sobre el séptimo arte. 'Las descargas de películas ilegales provocan una pérdida del 40% de espectadores', explica el director de la Federación de Cines de España. Por eso, no tiene sentido -añade-, que no haya control para atajarla. 'No se puede combatir con nada , ni siquiera nosotros podemos frenar a alguien que esté grabando un filme en una sala. Es lamentable', se queja.

España es el país con mayor piratería de Europa y las descargas no se ven como un acto delictivo. En otros países eso no ocurre. 'Existen cortes de suministro en internet cuando detecta dos o tres descargas consecutivas', aclara Alvero.

Otro de los posibles motivos de la menor fluencia es el precio. Sin embargo, los exhibidores dicen que 'comparado con el resto de actividades no es caro, aunque no podemos competir con la gratuidad de los filmes ilegales'.

Un proyecto de ley muy polémico

La Federación de Cines de España (FECE) no es muy optimista con el resultado de la nueva Ley del Cine que hoy se ultima en la ponencia (Comisión de Cultura). Sin embargo, aún no pierde las esperanzas de que el Gobierno incluya en esta normativa su petición de no exceder en un 48% el pago que los exhibidores deben realizar a las distribuidoras por el alquiler de las películas y que actualmente ronda el 55%. Piden, además, compensaciones fiscales por el cumplimiento de la cuota de pantalla.

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