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Aeronáutica

El superavión europeo, posible Air Force One

La globalización está rompiendo fronteras en todos los ámbitos y puede llegar a hacerlo, incluso, en uno de los símbolos más reconocibles de los Estados Unidos: el Air Force One, el avión en el que se desplaza el presidente estadounidense.

Según publica la revista especializada Flightglobal, la Fuerza Aérea estadounidense (USAF) se ha dirigido al consorcio aeroespacial europeo EADS para preguntarle sobre el superavión A-380, el proyecto estrella de su filial aeronáutica Airbus, como posible candidato a sustituir a la actual aeronave presidencial. Ni desde EADS ni desde Airbus pudieron confirmar este extremo.

La USAF está llevando a cabo un sondeo de mercado para la renovación su flota aérea vip de gran tamaño. En este marco, se ha dirigido a la matriz de Airbus para recabar detalles sobre varios de los modelos de sus aviones comerciales, como el A-380, el A-340-600 y el A330-200.

La compra del Superjumbo europeo para el uso particular del máximo mandatario de Estados Unidos supondría un serio revés para el fabricante del país norteamericano Boeing, la empresa que hasta ahora han elegido los inquilinos de la Casa Blanca.

Evidentemente, la compañía norteamericana considera una prioridad hacerse con el futuro contrato de la USAF para el Air Force One, para lo que ofrece como alternativa su nuevo 747-8, que ya incorpora las tecnologías innovadoras del 787 Dreamliner.

La renovación de la flota aérea presidencial parece razonable. En la actualidad, George Bush hace sus desplazamientos en dos aviones, de forma indistinta, que son una versión modificada de los 747-200 de Boeing y que fueron entregados en agosto de 1990 y en marzo de 1991.

Es decir, que los dos Air Force One cumplirán 20 años en breve, un periodo más que suficiente para darlos por amortizados en su actual desempeño, máxime cuando las líneas aéreas comerciales que operan este modelo de avión ya lo están retirando para incorporar aeronaves más eficientes y menos contaminantes.

El 747-200 tiene una apariencia exterior similar a la del modelo 100 pero fue diseñado parar poder transportar mayor carga. La primera unidad entró en servicio en 1991. Boeing entregó 393 aviones en total, el último en 1991.

Más contratos en juego

El contrato del Air Force One no es el único que está en juego para Airbus en EE UU. Según la misma publicación, la USAF también solicitó información a EADS por la versión de carga del A-380, que responsables del grupo europeo presentarán a los militares estadounidenses en diciembre.

Este modelo del superavión de Airbus, que se quedó sin clientes tras los retrasos en el desarrollo del aparato, podría servir para sustituir a la flota estadounidense de C-5, los mayores aviones militares de transporte existentes, fabricados por Lockheed Martin.

EADS cierra contratos con el Gobierno de EE UU por valor de 1.000 millones de dólares (701 millones de euros) al año. Su próximo objetivo: hacerse con el contrato para la renovación de aviones tanqueros, valorado en 28.000 millones de euros.

Suite, despacho, clínica y dos cocinas

La versión modificada de los dos 747-200 entregados por Boeing a la Casa Blanca incluye multitud de novedades que lo alejan de un avión convencional.Los aparatos, de 70,7 metros de largo y una envergadura de 59,6 metros, pueden volar hasta 12.550 kilómetros sin repostar, con una velocidad máxima Mach 0,92 (630 millas por hora). Funcionan con una tripulación de 26 personas y pueden transportar hasta 102 pasajeros.Los dos aviones incluyen equipos de navegación, electrónicos y de comunicaciones específicos, cuentan con un sistema de carga de equipaje propio y pueden repostar en vuelo.En su interior, incluyen una suite para el presidente (con vestidor, aseo y ducha), un despacho de trabajo, un salón para su familia y equipo, y una pequeña clínica para emergencias médicas menores. Las naves también disponen de dos cocinas que pueden servir hasta 100 comidas a la vez.

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