La CE sugiere a las auditoras abrirse al capital externo
Relajar las exigencias de composición del capital, en el que pudieran entrar inversores ajenos a la profesión, podría impulsar el crecimiento de las medianas firmas auditoras. æpermil;sa es una de las conclusiones de un estudio publicado ayer por la Comisión Europea.
El Ejecutivo comunitario lleva ya tiempo analizando la mejor fórmula para superar el monopolio de facto del que disfrutan las cuatro grandes firmas (Deloitte, KPMG, PricewaterhouseCoopers y Ernst & Young), que copan el mercado de la auditoría mundial y también de la europea. Un estudio independiente divulgado ayer por la dirección general de mercado interior asegura que al margen de las cuatro grandes firmas, el resto necesita de mayores inversiones para poder acceder al mercado auditor internacional. El informe, que ha analizado los modelos de inversión de este tipo de firmas concluye que la entrada de capital ajeno a los profesionales de la auditoría mejoraría las posibilidades y la decisión de una auditora a la hora de abrirse paso en el negocio de las grandes auditorías.
En una nota de prensa, el comisario Charlie McCreevy aseguraba ayer que el estudio trata de establecer las bases necesarias para 'crear las oportunidades para que nuevos jugadores se incorporen al mercado'. El comisario añadía que el informe servirá de base para que la Comisión adopte los pasos necesarios para impulsar la mejora de la competencia en el sector.
En la actualidad todos los estados miembros de la UE exigen que la mayor parte de los derechos de voto en las firmas auditoras se encuentre en mano de los auditores, tal y como estipula la octava directiva. Algunos países han interpretado esta exigencia de manera más estricta y exigen que el 75% o más del capital de una firma auditora pertenezca a profesionales de la auditoría. Pero 'relajando estas exigencias se podría conseguir una mayor captación de inversión y un aumento de las posibilidades de negocio', argumenta el estudio.
æpermil;ste también reconoce que la decisión que podría permitir la entrada de capital externo a la auditoría en el capital de las firmas no supondría un beneficio inmediato, ya que esta medida necesitaría ir acompañada de otras, como 'la habilidad para retener el capital humano'.
El estudio encargado por la Comisión Europea admite que las barreras del capital no son las únicas a las que deben hacer frente las auditoras para competir con las cuatro grandes. Existen otras de similar importancia como la reputación, la necesidad de cobertura internacional o la responsabilidad.
Los autores del estudio defienden la eliminación de limitaciones a la entrada de capital ajeno a la auditoría en las firmas al establecer que las propias auditoras podrán escoger el modelo que consideren más beneficioso.
Independencia
¦bull;Los defensores de la estructura de capital de mayoría de auditores justifican que este sistema es necesario para proteger la independencia de los profesionales. Sin embargo, el estudio argumenta que tampoco afectan a la independencia otras estructuras de capital.