La crisis llega al FMI
Sólo hace una década, el Fondo Monetario Internacional, conocido por sus rescates financieros de los países en desarrollo, fue el centro de atención de tumultuosos eventos financieros en Asia, Rusia y Brasil. Estos países se han recuperado, devuelto sus préstamos de emergencia y dedicados a apilar reservas internacionales. No hay crisis de pagos en el horizonte. Entonces, ¿por qué todo el mundo, incluido el nuevo director gerente del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn, lloran por una reforma? Primero, los anteriores destinatarios de los rescates del FMI, las nuevas ricas economías, demandan un papel en las decisiones del fondo proporcional con el peso de sus economías. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha pedido 'una nueva arquitectura de las relaciones económicas internacionales' (...).
El segundo mayor reto del FMI es que necesitaría rescatarse a sí mismo. Supuestamente el Fondo debe financiar su presupuesto administrativo de 700 millones de euros sólo con sus ingresos por los préstamos (...). Un grupo de expertos nombrado por el Fondo sugirió a principios de este año que el Fondo venda parte de sus reservas de oro (...). Las dos crisis del Fondo, de legitimidad y financiera, necesitan ser afrontadas simultáneamente.