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Tribuna
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Cómo hacer frente a los costes energéticos

El precio de la energía está estrechamente ligado a los acontecimientos políticos a escala mundial, y depende de un delicado equilibrio que va en consonancia con la estabilidad internacional. Un posible ataque militar turco contra los separatistas kurdos en el norte de Irak ha sumado esta semana presión al precio del crudo, que ha llegado a superar los 84 dólares por barril, ante el temor de los operadores por una posible interrupción de las exportaciones de crudo desde esa región.

La gran dependencia económica del crudo, que influye directamente sobre el resto de precios al consumo, y la volatilidad política y social de la mayoría de los países productores convierten a esta fuente energética en una constante preocupación tanto para Gobiernos como para corporaciones.

Las últimas cifras conocidas reflejan que España es uno de los países europeos que más dependencia energética tiene del petróleo, con un índice del 51% -se sitúa muy por encima de la media europea-, mostrando una clara tendencia alcista.

Pero el petróleo no es el único recurso energético del que nuestro país sufre dependencia y que también está amenazado con una continua subida de su precio. El gas natural se va abriendo mercado poco a poco en la economía nacional y alcanza ya cotas cercanas al 20% de la demanda energética, convirtiéndonos en el sexto país de la Unión Europea en cuanto al consumo de este recurso. Sin embargo, su precio se está viendo afectado por la reciente decisión del Gobierno argelino, principal suministrador de gas natural de nuestro país, de incrementar en un 20% la factura del gas, al considerar el valor actual por debajo de lo 'razonable'.

Por el momento, la subida se está realizando de modo gradual y con cifras que no superan el 6% de incremento en la factura de los consumidores. No obstante, diplomáticos, economistas y políticos se preguntan si este aumento y la reciente crisis provocada por la rescisión del contrato de Sonatrach a Repsol YPF y Gas Natural podrían provocar mayores subidas.

Esta alza de los precios en los principales recursos energéticos ha obligado a los países desarrollados a sobrellevar un mayor gasto en importaciones de petróleo y otros recursos, generando consecuencias negativas para las economías nacionales, entre las que destaca el aumento de la inflación, del déficit y, en muchos casos, del desempleo.

Para las empresas, la principal repercusión de la subida del precio de la energía es un incremento claro de los costes, con la consiguiente repercusión negativa en el margen de beneficios, haciendo más difícil el crecimiento y la competitividad. Por consiguiente, el uso más efectivo de los recursos energéticos, junto a la presión cada vez mayor del uso sostenible de los mismos, se han convertido en las principales preocupaciones de los altos directivos en todo el mundo.

Para hacer frente a la constante subida de los precios energéticos, la optimización y mejor gestión de todos los recursos internos de la empresa que afectan al consumo de energía es lo que permitirá amortiguar el impacto de las actuales condiciones del mercado energético. Un análisis detallado de diversos factores, entre los que se incluyen desde las características de las instalaciones y la maquinaria hasta los procesos de gestión y las actitudes y comportamientos de los empleados, pueden hacer factible ahorros de energía de entre el 5% y el 15%, siendo mayor en algunos casos. El factor humano, definido por la calidad de los procesos organizativos que controlan los usos de la energía y la eficacia de la supervisión de terreno para el respeto de las especificaciones de los equipos y la gestión del mantenimiento, es uno de los elementos esenciales para la obtención de las mejoras arriba citadas.

Es por tanto de vital importancia que, en los tiempos que corren, las empresas españolas se mentalicen de la necesidad de optimizar sus propios recursos como medida eficaz y duradera para la lucha contra la constante subida de los precios de los recursos energéticos.

Georges Heimann

Vicepresidente ejecutivo de Proudfoot Consulting para España

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