El botín petrolero de Irak
El acelerado ritmo de acuerdos petroleros entre los líderes regionales kurdos es otro signo de que Irak está fuera de control y la Administración Bush no tiene idea de cómo frenarlo.
El presidente George W. Bush acordó la promulgación de una ley nacional del petróleo que centralizaba el desarrollo y aseguraba una división equitativa de los beneficios como clave (...) del progreso. Los líderes iraquíes, quienes tienen poco interés en la igualdad o reconciliación, la han ignorado alegremente. Los kurdos (...) han firmado nueve tratados de exploración, legalmente cuestionables, con compañías extranjeras. La Administración de EE UU se ha quejado de que los acuerdos 'innecesariamente elevan las tensiones' entre los kurdos y el Gobierno central. Pero aparentemente no ha presionado mucho a la compañía estadounidense involucrada, Hunt Oil -de Dallas-, que tiene lazos cercanos con la Casa Blanca (...).
El Gobierno, dominado por los chiíes, sospecha que los kurdos están buscando los recursos para separarse de Irak (...). Las compañías petroleras están tan hambrientas de beneficios que no parecen preocupadas sobre si los tratos son legalmente vinculantes o cómo contribuyen al caos en Irak. La Casa Blanca necesita enviar un aviso claro a estas compañías.
International Herald Tribune, París