Telefónica tributará por Sociedades en 2008 tras agotar su crédito fiscal
Todo se acaba; incluso los ingentes créditos fiscales que Telefónica amasó en 2002 por las fuertes pérdidas que acarreó el cierre del negocio de móvil UMTS en Europa. La operadora llegó a tener bases imponibles negativas de 20.000 millones, pero los beneficios de la segunda operadora más rentable del mundo se han comido el margen. Volverá a pagar en 2008.
Por supuesto, Telefónica ha pagado impuestos desde 2002. Ha tributado por IVA, ha desembolsado cánones y tasas, y ha abonado impuestos directos. Lo que no ha hecho, al menos en una cuantía que lo haga apreciable, es cubrir el Impuesto de Sociedades. Y todo ha sido de forma legal. Es la segunda empresa española con más beneficios; ocupa idéntica posición en el ranking de operadoras más rentables del mundo; en 2006, por poner un ejemplo, ganó 6.233 millones de euros, pero no paga prácticamente Impuesto de Sociedades.
Y no lo hace desde 2002. æpermil;se fue el año en que la crisis argentina se unió a la constatación del fracaso de la aventura de Telefónica en el móvil europeo de tercera generación y provocó las mayores pérdidas de la historia de la compañía o de cualquier otra firma española. Fueron 5.577 millones en números rojos, provocados en gran parte por las provisiones necesarias para hacer frente al cierre de las filiales de UMTS de Alemania, Italia, Austria y Suiza.
Según la normativa fiscal española, las pérdidas son deducibles: generan bases imponibles negativas que se pueden ir compensando con los beneficios que genere la empresa durante un máximo de 15 años. Es decir, las empresas que hayan tenido números rojos y luego tengan ganancias no pagarán Impuesto de Sociedades hasta que los beneficios agoten la reserva de escudo fiscal.
La operadora amasó 20.000 millones de bases imponibles negativas
Eso es lo que le ha pasado a Telefónica. La situación de 2002, junto con algunas circunstancias añadidas, llegó a generar más de 20.000 millones de bases imponibles negativas. Puesto que el 35% de esa cantidad podía utilizarse hasta este año que ha bajado al 32,5% para reducir el pago por beneficios en el Impuesto de Sociedades, el crédito fiscal de la operadora los tributos que podría ahorrarse superó los 7.000 millones.
Este escudo permitió reducir al máximo la salida de caja en materia tributaria de Telefónica en 2003, 2004, 2005, 2006 y se espera que también en 2007, aunque las cifras todavía no están cerradas. Pero, tras cinco años libres de impuestos, el crédito se ha agotado. En encargado de avisarlo ha sido el director de Finanzas Corporativas de Telefónica, Santiago Fernández-Valbuena, que ha lanzado a la comunidad financiera la alerta, para que la tengan en cuenta en sus modelos de valoración y resultados. ¢Había cerca de 4.000 millones de bases imponibles negativas a principios de año, pero se están viendo rápidamente mermadas porque somos una compañía muy rentable y las compañías rentables pagan impuestos¢, aseguró la semana pasada, en el Día del Inversor de la operadora.
Aunque todo dependerá del nivel de beneficios que se alcance en 2007, la previsión es que el crédito fiscal se agote en la primera mitad del año que viene, así que 2008 se convertirá en el ejercicio de la vuelta a la tributación.
La línea de la cuenta de resultados que cifra la reserva por impuestos ya no será sólo un apunte contable, sino una salida efectiva de caja. Eso sí, Telefónica ha tenido suerte con los cambios fiscales, porque se ha podido deducir las pérdidas hasta 2006 a un tipo del 35% y volverá a tributar cuando se ha rebajado al 30%.
Alierta desembolsa 40 millones de euros
El presidente de Telefónica, César Alierta, ha conseguido movilizar 40 millones de euros para comprar acciones de la operadora que dirige. Con esos fondos, ha adquirido 1,86 millones de títulos, lo que supone casi duplicar su capital en la compañía y elevarlo al 0,081%. Tras este movimiento, Alierta suma un patrimonio en Telefónica de casi 83 millones de euros, al margen de otras inversiones que tiene en otras compañías y negocios.El presidente de Telefónica compró esta participación el pasado viernes, justo al día siguiente de la reunión convocada en Londres con analistas de todo el mundo y que provocó que las acciones se dispararan un 6,99% en Bolsa. En la jornada de la adquisición, los títulos siguieron subiendo, más de un 4%.La compra tiene el propósito de mostrar la confianza en el valor por parte del máximo ejecutivo de la operadora y se produce justo cuando los inversores se plantean si la cotización tiene más recorrido al alza, tras las fuertes subidas de los últimos meses.Alierta ha comprado a 21,49 euros, el máximo de la compañía en los últimos siete años, y lanza el mensaje de que él considera que puede seguir subiendo. Por ahora, ya tiene plusvalías, aunque los títulos de la operadora no cotizaron ayer al alza la adquisición del presidente y cayeron un 0,14%, a 21,51 euros por acción. El consejero Alfonso Ferrari también compró 485.000 acciones el día 11.