La inversión, un mínimo de 2.000 euros, se reparte a partes iguales entre una imposición a plazo de doce meses y un plan de pensiones que ofrece diversas posibilidades a elegir por el cliente en función del riesgo y la rentabilidad.
Caja Navarra destacó que la legislación ha reducido el volumen de aportaciones anuales a los planes de pensiones para las personas mayores de 52 años.
Así, hasta el año pasado se podía aportar al plan de pensiones un máximo, según edad y a partir de 52 años, de 24.250 euros, cuantía que podía doblarse con el plan de pensiones de empleo.
Sin embargo, este año la ley ha cambiado y las aportaciones máximas en el conjunto de España se han reducido hasta los 12.500 euros al año, que incluyen aportaciones personales y de empleo.