Noruega, un modelo con luces y sombras para las mujeres ejecutivas
La integración laboral femenina en el país nórdico alcanza el 70%, pero está lejos de ser homogénea
Noruega se encuentra entre los países punteros en el mundo en cuanto a integración femenina en el mundo laboral. De hecho, más del 70% de las mujeres noruegas forman parte de la fuerza laboral de su país.
Sin embargo, esta integración no es homogénea. La mayoría de las mujeres trabajan en el sector público. Y una minoría desempeña puestos de liderazgo en el mundo empresarial. Tan sólo el 20% de los mandos intermedios o de los puestos directivos de las empresas está ocupado por mujeres. Y muy raramente una señora ocupa un puesto de presidenta o de consejera delegada de una gran organización.
La situación es similar en el sector público, donde la mayoría de los funcionarios son mujeres, mientras que los puestos decisivos están en manos de los hombres.
El escenario lo dibujó ayer la representante de la Confederación de Empresarios de Noruega, que aglutina a 17.000 empresas, Ellen Kjos-Kendall, durante su intervención ante medio millar de ejecutivos en el encuentro en el que se analizaron las prioridades y equilibrios de la función directiva, por iniciativa de CEDE, que se clausurará hoy en Bilbao. 'Esta situación sorprende sobre todo porque hoy en Noruega hay una gran mayoría, más del 50%, de universitarias y de mujeres estudiando en instituciones de educación superior. Por tanto, lo que necesitamos desarrollar son competencias directivas para que las mujeres ocupen puestos de liderazgo en el sector privado'.
El panorama descrito por Kjos-Kendall sorprende si se tiene en cuenta que Noruega fue pionera en establecer políticas de igualdad, con el fin de que las mujeres pudieran ser tenidas en cuenta en los procesos de selección tanto del sector público como privado. De hecho, a comienzos de los años 80, Noruega eligió a una mujer, Gro Harlem Brundtland, como primera ministra. Fue ella la que impulsó a mediados de esa década que al menos el 40% de sus ministerios fueran cubiertos por mujeres. Hoy día, ese porcentaje llega ya al 53%.
En esta misma línea, en 2003 se creó una normativa por la cual todas las compañías, tanto las públicas como las privadas, deberían tener obligatoriamente al menos un 40% de mujeres en sus consejos de administración. En 2006, se amplió a dos años el plazo para adoptar esta medida. En caso de no cumplirla, la empresa desaparecerá.
'Los sistemas de cuotas son nefastos'
Un sistema de cuotas siempre es sospechoso. Según la empresaria Ellen Kjos-Kendall, la organización no se debe apoyar en las cuotas. En cambio, debe apostar por un cambio de actitudes dentro del mundo empresarial. En Noruega fueron un poco más allá y crearon un proyecto innovador denominado Futuro Femenino, con el que se pretende reforzar las capacidades de liderazgo de las mujeres, así como la de ampliar y facilitarles una red amplia de contactos empresariales. 'Queremos también involucrar a los ejecutivos para que tengan en cuenta a las mujeres en los procesos de selección. También hay que facilitar que las responsabilidades ejecutivas se puedan combinar con las obligaciones familiares. Todo esto facilitará que las mujeres asuman posiciones directivas'.