El dilema del (banco) prisionero
En teoría de juegos, el dilema del prisionero estudia la reacción de dos sospechosos de cometer un delito a quienes, debido a la necesidad de hallar un culpable, se les ofrece la posibilidad de salir libres si inculpan a su cómplice, el cual recibiría una condena ejemplar. En caso de que ambos prisioneros se declararan inocentes, los dos cumplirían una pena menor mientras que si los dos declaran culpable a su cómplice, ambos serian condenados a una condena intermedia.
La situación es hasta cierto punto comparable al dilema al que se enfrentan los bancos de inversión tras la reciente crisis financiera, al tener que decidir si dar todas sus pérdidas poniéndose en el peor escenario posible -a la espera de cumplir una pena menor- o declarar su inocencia, esto es, dar solamente una parte de sus pérdidas, esperando que la positiva reacción del mercado disminuya las perdidas futuras.
De esta forma hemos visto presidentes de bancos de inversión abogando por 'abrir sus cuentas al público' y declarando todas sus pérdidas. El problema es que esta solución les es sólo valida en tanto en cuanto lo hagan todos lo bancos, para no ser penalizado por el mercado aquel que lo haga unilateralmente.
Esta solución parece ser la que han tomado varios bancos de inversión a ambos lados del océano, incluso antes de publicar resultados oficialmente. Hasta ahora, parece que el mercado ha acogido de manera positiva esta iniciativa con subidas en la cotización de estos bancos, incluso superiores en aquellos que más pérdidas han anunciado.
Ahora sólo queda que el escenario macroeconómico y los bancos centrales acompañen y las pérdidas no acaben siendo superiores a las anunciadas, ya que en este caso, la pérdida de confianza del mercado en los criterios seguidos por estos bancos para contabilizar sus resultados podría hacer que todos ellos acabaran teniendo que cumplir una larga y dura pena durante los próximos anos.
Antonio Villarroya. Jefe global de estrategia de tipos en Merrill Lynch