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José Marqueño

'La tecnología puede ayudar, pero no sustituir al notario'

Madrid debate a partir de hoy los retos de futuro de los notarios, el reto tecnológico y el acercamiento al sistema anglosajón.

España es a partir de hoy y hasta el próximo sábado sede del 25 Congreso Internacional del Notariado. La reunión acogerá en Madrid a más de 2.000 profesionales procedentes de 75 países, en representación tanto del sistema notarial latino, como del modelo vigente en el mundo anglosajón.

El presidente del Consejo General del Notariado español, José Marqueño, presenta orgulloso un programa en el que además de abordar la situación actual de estos profesionales, aspira a dar respuesta a buena parte de las interrogantes que plantea el futuro.

¿Cuál es el objetivo de este encuentro?

'El cibernotario no es un notario; hoy es más necesaria la implicación personal del profesional'

'No hay progreso si no hay mercado y no puede haber mercado si no hay seguridad jurídica'

'Los dos sistemas, el latino y el anglosajón, están llamados a entenderse'

Además de poner en común la experiencia de cada país, pretendemos llevar a cabo una puesta al día del papel que tiene el documento notarial como instrumento de desarrollo en la sociedad, el valor económico y la seguridad jurídica que proporciona y su menor coste frente a otros sistemas. Como novedad, este año hemos decidido dedicar un foro monográfico a la protección de colectivos como los inmigrantes.

¿Cómo puede ayudar el notariado a los inmigrantes?

Tradicionalmente hemos sido testigos de las angustias de muchas familias y por ello hemos sido muy sensibles a su problemática. Por ello, pediremos la implicación de todas las instituciones para asesorarles mejor y dar solución a sus inquietudes.

¿Cómo es la convivencia de los dos grandes sistemas notariales que existen, el latino y el anglosajón?

Son dos sistemas llamados a entenderse que responden a culturas distintas. El modelo anglosajón está basado en un seguro de títulos, mientras el latino es un sistema de título seguro. Por supuesto, en el marco de estas jornadas se van a estudiar los dos y se van a analizar sus pros y contras.

¿Cómo funciona el sistema latino?

Los fundamentos varían. El nuestro otorga fundamentalmente seguridad jurídica, el modelo anglosajón da seguridad económica. En el funcionamiento se ve más claro. El sistema notarial latino consiste en un mecanismo por el que un funcionario público ofrece seguridad o da fe de que el acuerdo suscrito entre las partes produzca todo tipo de efectos. Brinda asesoramiento y controla que la seguridad se cumpla.

El modelo notarial latino tiene como pilar la escritura pública, un documento con fuerza ejecutiva que constituye una prueba privilegiada, ya que no puede impugnarse, salvo por vía judicial. Se puede afirmar que la escritura pública es en el tráfico ordinario lo que la sentencia en el contencioso.

¿Qué le diferencia del modelo anglosajón?

En el sistema anglosajón de tráfico jurídico la ley no está escrita (common law) y la realización del Derecho es básicamente judicial. Este sistema no valora la ventaja de eludir el proceso ni reconoce la existencia de documentos públicos, por lo que no hay escrituras públicas ni notarios.

Así pues, la garantía que ofrece la fe pública es sustituida por la verificación de las reclamaciones y cargas que recaen sobre el inmueble o por el aseguramiento de la responsabilidad que pudiera originar la imposibilidad de ejecutar correctamente el negocio jurídico acordado.

¿Cuáles son los principales riesgos que amenazan el buen funcionamiento de ambos mecanismos?

Los principios fundamentales permanecen válidos, pero debemos adaptarlos a las exigencias de cada país. Es más, cada vez es más necesaria la implicación directa del notario porque a veces el resultado de su labor es el no documento. En este sentido, cobran especial relevancia las nuevas tecnologías, entendiéndolas como un instrumento más, pero no como sustitutivas. Las nuevas tecnologías no podrán nunca sustituir al trabajo de un notario. Por ejemplo, el cibernotario no es un notario, sobre todo por esa necesaria implicación personal del profesional.

¿Qué modelo de los dos sistemas está más extendido?

El sistema notarial latino está vigente en la mayoría de los países de la Unión Europea, a excepción de Gran Bretaña, Irlanda y los países nórdicos. Su mayor seguridad y el menor coste demostrado le han dotado de tal fuerza que se ha extendido a Latinoamérica, Europa del Este, China, Japón y numerosos estados africanos. Cada vez cunde más la idea de que no hay progreso si no hay mercado pero no hay mercado si no hay seguridad.

Distintas garantías, distintos costes

Con el objeto de explicar de forma más clara cuál es la diferencia entre el sistema notarial latino y el anglosajón, el presidente del Consejo General del Notariado español, José Marqueño, pone un sencillo ejemplo.'Cuando un ciudadano compra un inmueble, con el modelo latino, el propietario puede tener la seguridad de que nadie cuestionará la propiedad de ese bien, el modelo anglosajón sólo garantiza que no perderá el desembolso económico que realizó para hacer efectiva dicha compra. El sistema latino da seguridad jurídica, el anglosajón, económica'.Estas diferencias explican también la disparidad de costes de un modelo y otro. Según un estudio elaborado por el despacho de abogados Martínez Lage & Asociados a petición del Notariado, la compraventa de inmuebles tiene en España un coste medio de notaría para una casa de 240.000 euros de 342 euros, frente a los 1.100 euros que habría que desembolsar en Reino Unido.La constitución de una hipoteca también requiere menos gastos en los países con sistema latino. En España para un préstamo de 480.000 euros el titular del crédito tendría que pagar al notario 510 euros, mientras que el coste en Reino Unido se elevaría a 735 euros.

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